revolucion industrial
- Las condiciones de vida de la clase trabajadora durante lasprimeras fases de la industrialización fueron pésimas. Eran sometidos a largas jornadas de trabajo (hasta 16 horas), las condiciones de seguridad en las fábricas y minas eran muy precarias, carecían de seguro médico, de paro o de vejez.
Esta situación los llevó en muchas ocasiones al alcoholismo, aljuego, la prostitución e incluso la delincuencia.
4. La pasarela de la miseria
Me situé en lacalle Oxford de Manchester y observé a los obreros en el momento en que abandonaban las fábricas, a las 12 en punto. Los niños tenían casi todos mal aspectos, eran pequeños, enfermizos; iban descalzos y mal vestidos. Muchos no aparentaban tener más de 7 años. Los hombres de 16 a 24 en general, ninguno de ellos de edad avanzada, estaban casi tan pálidos y delgados como los niños. Las mujeres eran lasque tenían apariencia más respetable, pero entre ellas no vi ninguna que tuviera un aspecto lozano o bello. Vi, o creí ver una estirpe degenerada, seres humanaos mal desarrollados y debilitados, hombres y mujeres que no llegarían a viejos, niños que jamás serían adultos saludables. Era un triste espectáculo.
6. El trabajo de los niños.
"En 1832, Elizabeth Bentley, que por entonces tenía 23años, testificó ante un comité parlamentario inglés sobre su niñez en una fábrica de lino. Había comenzado a la edad de 6 años, trabajando desde las seis de la mañana hasta las siete de la tarde en temporada baja y de cinco de la mañana a nueve de la noche durante los seis meses de mayor actividad en la fábrica. Tenía un descanso de 40 minutos a mediodía, y ese era el único de la jornada. Trabajabaretirando de la máquina las bobinas llenas y reemplazándolas por otras vacías. Si se quedaba atrás, "era golpeada con una correa" y aseguró que siempre le pegaban a la que terminaba en último lugar. A los diez años la trasladaron al taller de cardado, donde el encargado usaba correas y cadenas para pegar a las niñas con el fin de que estuvieran atentas a su trabajo. Le preguntaron ¿se llegaba apegar a las niñas tanto para dejarles marcas en la piel?, Y ella contestó "Sí, muchas veces se les hacían marcas negras, pero sus padres no se atrevían a ir a al encargado, por miedo a perder su trabajo". El trabajo en el taller de cardado le descoyuntó los huesos de los brazos y se quedó "considerablemente deformada... a consecuencias de este trabajo".
Los niños durante la Revolución IndustrialSiempre tenemos la tendencia a entender la evolución humana y el desarrollo económico como un avance, un progreso humano, en el que hombres y mujeres han ido, desde la prehistoria hasta la época contemporánea, mejorando sus condiciones de vida. Esta visión decimonónica del progreso es, básicamente, falsa. Las poblaciones prehistóricas (sobre todo, las del Paleolítico Superior) vivían más y mejorque los romanos... y que los trabajadores europeos del XIX.El trabajo en las fábricas implicaba jornadas de 12 a 16 horas, con ruidos estridentes y continuos procedentes de las máquinas, el humo, el polvo de algodón o de las partículas de metal o ceniza que hacían el aire irrespirable, sin ninguna seguridad, con accidentes frecuentes y sin otro descanso que los domingos. Hombres, mujeres y niñosde corta edad trabajaban por igual, las mismas jornadas y en los mismos ambientes viciados. La única diferencia radicaba en el sueldo: las mujeres cobraban entre el 30% y el 60% del salario de un varón.Los niños cobraban menos (aunque su paga variaba dependiendo de la edad, del tipo de industria y de su función) y sufrían los malos tratos continuos de los capataces. "Cuando estuve en Oxford...
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