revolucion

Como primer punto de mi intervención en esta conmemoración, quiero agradecer muy sinceramente la presencia del señor gobernador, Lic Gabino Cue Monteagudo, Los galardonados, el doctor Luis Villoro Toranzo, la doctora Antonia Pi-Suñer, la doctora Alicia Hernández Chávez, el doctor José Woldenberg Karakowsky, el ingeniero Jorge Ayala Blanco y el doctor Francisco Xavier Tavera Alfaro; todos ellosgrandes mexicanos. Merecen no sólo nuestra felicitación, sino nuestra admiración, porque el amor a la historia que han profesado en su vida personal y profesional, durante su carrera en la investigación esmerada y en su dedicación por conocer nuestro pasado, los hacen, justamente, merecedores de este reconocimiento.
Desde luego, también, rendimos hoy homenaje a quien inició la Revolución: el señorPresidente Francisco I. Madero, el Apóstol de la Democracia, porque fue él quien, para un día como hoy, proclamara el inicio, en 1910, de la epopeya libertaria que tenía como fin el recuperar los derechos de los mexicanos, derechos sociales, económicos y fundamentalmente políticos, que habían sido cancelados por una dictadura que terminó por ser represiva y brutal.
Ya en el Plan de San Luis, comosabemos, Madero escribió:
Los pueblos, en su esfuerzo constante porque triunfen los ideales de la libertad y la justicia, se ven precisados, en determinados momentos históricos, a realizar los mayores sacrificios.
Nuestra querida Patria ha llegado a uno de esos momentos: una tiranía que los mexicanos no estábamos acostumbrados a sufrir, desde que conquistamos nuestra Independencia, nos oprimede tal manera, que ha llegado a hacerse intolerable.
Y con estas palabras, Madero convocaba a los mexicanos a tomar las armas, precisamente, para un día como hoy, 20 de noviembre de hace 101 años, en contra de aquel sistema político que, ante su autoritarismo, no le había dejado a los demócratas de su tiempo otra opción.
Francisco I. Madero nació en el seno de una familia que, pudiéramos decirahora, que tenía la vida más o menos resuelta. Sin embargo, sus convicciones democráticas lo llevaron a entrar a la lucha política para que nuestro país recuperara la libertad por la que habían luchado los insurgentes de 1810 y los liberales de mediados del Siglo XIX.
Precisamente ellos, los liberales de la Constitución del 57, nos habían heredado, para entonces, una Carta Constitucional queenfatizaba las garantías y la naturaleza individual de las personas. Pero ésta, sin embargo, no se cumplía a cabalidad, y para los años de la dictadura, terminaba por ser letra muerta en los derechos liberales políticos.
Los mexicanos no podían elegir libremente a sus gobernantes. Los derechos de expresión y de manifestación se tomaban con represión y censura. Y la bandera que el propio Porfirio Díazhabía enarbolado tres décadas antes del Sufragio Efectivo y No Reelección, era la mayor contradicción para los demócratas de entonces.
Madero conocía la importancia vital de la democracia como punto de partida de un país más libre y más justo. Y por eso, alentaba la participación ciudadana y rechazaba la apatía, al decir que la mayoría, generalmente acomodaticia, quiere vivir tranquila,preocupándose únicamente de sus bienes materiales, del progreso de sus negocios, y concede más importancia a la belleza de los paseos que a sus derechos de ciudadano.
Así, decidió contender en los comicios de 1910, para oponerse, precisamente, a una nueva reelección de Porfirio Díaz. Su intención era abrir a México a la democracia. El régimen de Díaz reaccionó con extrema dureza y, aunque se había dicho quese respetaría el voto democrático, Madero fue encarcelado.
En ese momento, el sistema demostró su incapacidad de procesar la pluralidad política, y Madero llamó a las armas. El Plan de Tuxtepec se reencarnaría, precisamente, en la bandera que el propio Madero asumiera como propia, y que era tan vigente en aquel 1910: Sufragio Efectivo, No Reelección.
Precisamente, en mayo de este 2011,...