Reyes Magos 2012

Ya estamos aquí. Un año más. Otro 6 de enero marcado en el calendario y la memoria. El tiempo implacable no detiene su tintineo de segundos, minutos, horas, días. Días que se suceden a velocidad de vértigo. Vértigo producido al recordar la fugacidad de los acontecimientos. Acontecimientos como el acaecido una fría mañana de enero en la calle La Palma hace ya seis años.

Aquella mañana invernaluna familia compartía roscón y alegría cuando un timbre inesperado detuvo las voces y las risas. Juan Antonio, valiente zapatero y mecánico retirado, se decidió a dar el paso y abrir esa puerta a la felicidad compartida, a la familia unida. Allí fuera esperaba una cenicienta pequeñita con el pie izquierdo descalzo. Decía que había estado buscando su zapato por todos los reinos e, incluso, habíaviajado a tierras remotas donde sus gentes presumían de la calidad de sus naranjas y la importancia de su dialecto. Al no encontrar allí un zapato de su número y correspondencia, se decidió a buscarlo en el lugar donde hacía treinta años un zapatero con Vespino había intentado arreglarle el tacón y la vida. El tacón se rompió y nuestra princesita buscó otros zapateros, sin saber ella que todo eraun plan del golfo zapatero para que su clienta insatisfecha volviera reclamando indemnización y compromiso. Esa reclamación tardó treinta años pero aquella fría mañana de enero se firmó. Aquella princesita de pie izquierdo descalzo regresaba buscando ese zapato de su número, ese zapato de tacón que levantara sus centímetros y su orgullo. Cuando se vieron, se reconocieron de inmediato y ambos sabíanque aquel zapato encajaría a la primera. El humilde zapatero y mecánico ascendió a rey de la corte. La princesita se convirtió en reina. Seis años después, el rey Juan Antonio le sigue arreglando el tacón y la vida a base de sonrisas, tapas y excursiones. La reina Mariquilla es feliz y los príncipes herederos Marina, Víctor y Roberto más todavía al verlos tan realizados tras los golpes, caídas ydivorcios. Ambos se lo merecen. Larga vida a los reyes.

Aquel cuento sucedió hace seis años. Desde entonces, todos los seis de enero una familia se reúne al calor de una hoguera de regalos e ilusión para celebrar la llegada de nuevos miembros, el recuerdo de viejos compañeros. Compañeros que también formaron parte de estos encuentros familiares y que siempre están presentes en nuestra memoria yen nuestros corazones, que aportaron su granito de arena para que hoy sigamos celebrando este día tan especial, tan mágico. El abuelo Juan o Ricardo nos observan desde ahí arriba con una sonrisa, esperando ansiosos a ver la nueva ocurrencia de su nieto y sobrino Daniel. Compañeros que marcharon, ángeles con sexo que llegan.

Este año es especial. Tenemos un invitado, un príncipe que nos hapermitido colarnos en el comedor de su prestado palacio para la celebración de este día. Es su primera vez y todo es nuevo para él. No entiende por qué gritamos como locos cuando abrimos regalos que nosotros mismos hemos comprado, por qué Mariquilla hace tantas fotos o por qué Juan Antonio sigue ilusionándose cuando se reencuentra con sus jamones. Dentro de unos eneros lo comprenderá y se dejarállevar por la ingenuidad y autenticidad de unos reyes magos diferentes. Bienvenido a casa, Dani.

Este año también es especial porque la familia ha vuelto a unirse en la adversidad, en los momentos menos agradables. Al rey Escamilla se le cayó la corona una noche de vinos y tapas y tuvieron que curarle la cabecita en nuestro Lourdes particular, la califata y azabache Córdoba. Como la buena gente semerece finales felices, nuestro rey se recuperó y todavía sigue dando largos paseos por su reino con paradas en los puestos del mercado para cumplir con los recados de la reina Mercedes, la única reina que prefiere servir a ser servida sin importarle mancharse las manos preparando los más suculentos placeres culinarios para sus hambrientos súbditos.

La reina madre Mercedes, por su parte, sigue...