Reyes magos

¿¿Los Reyes Magos son verdad??
Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a 
escucharle como todos los días lo que sus hijas le contaban de sus 
actividades en el colegio, cuandoéstas en voz algo baja, como con 
miedo, le dijeron:
- ¿Papa?
- Sí, hijas, contadme.
- Oye, queremos... que nos digas la verdad. 
- Claro, Siempre la digo -respondió el padre un pocosorprendido 
- Es que...-titubeó Natalia.
- Dime, hija, dime.
- Papá, ¿existen los Reyes Magos? 
El padre de Natalia y Elena se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta,pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad? La nueva pregunta de Natalia le obligó a volver la mirada haciala niña y tragando saliva le dijo: - ¿Y vosotras qué creéis, hijas?
- Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado nos parece que sí que existen porque tú no nos engañas; pero, como las niñas diceneso.
- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero... 
- ¿Entonces es verdad? -cortó Elena con los ojos humedecidos-. ¡Nos habéis engañado!
- No, mira, nunca os hemosengañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Elena. - Entonces no lo entendemos, papá.
- Sentaos, y escuchad esta historia que os voy acontar porque ya ha llegado la hora de que podáis comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.   
Natalia y Elena se sentaron entre sus padres ansiosas de escucharcualquier cosa que les sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos: 
  - Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían deOriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan
contento y parecía tan feliz que el más anciano de...