Riesgos, desastres y vulnerabilidad en el sureste mexicano

Riesgos, desastres y vulnerabilidad en el Sureste Mexicano.

En noviembre empieza a vivirse al ambiente de fin de año, sobre todo si nos llegan esos frentes fríos –de los que tendremos cincuenta- que obligan a usar ropa gruesa o andar “enchamarrados”, incluso en zonas cálidas del país. Eso ocurrió el viernes pasado durante el Foro, que la Cámara de Diputados –a través de su Comisión Especial dela Cuenca Grijalva-Usumacinta y el Colegio de Economistas de Tabasco, realizó en Villahermosa, con miras a revisar aspectos de la Reunión Cumbre que, sobre Cambio Climático, se realizará en Cancún en unas semanas.
Recordamos que los desastres no son naturales, son sociales, por violentos y dolorosos para quienes los sufren. Cobran vidas entre los más indefensos, se trate de huracanes, erupcionesvolcánicas, temblores, sismos de alta intensidad, deslizamientos de tierra, inundaciones y otros, naturales o inducidos. Mucho debiera hacerse, para que no afecten la actividad económica, política y social. Algunos –inundaciones- tienen un alto ingrediente de error, descuido o interés de grupos al servicio de fuerzas económicas, incluso transnacionales.
Es cierto que son parte de la historia denuestro Planeta. El incremento poblacional y su hacinamiento en ciudades y comarcas, que no respetan a la naturaleza en sus diversas expresiones y requerimientos de espacio y de tiempo, les convierten en desastres, a los que está expuesta cerca del 60% de la población mexicana. Algunos son ya memoria colectiva. Cuando, como especie, el ser humano se asentó para vivir o realizar tareas enlugares, que dichos fenómenos se presentan, empezaron los desastres sociales.
Se pierde, desde entonces, con la presencia de un fenómeno, lo que la especie humana haya construido o instalado: en márgenes de ríos, lagos y mares; en laderas de volcanes; en inmediaciones de frágiles estructuras montañosas; al alcance de mares y océanos. Hoy, con los graves problemas del cambio climático, corroboramos quecreamos nuestros propios demonios. El brutal uso de hidrocarburos –sobre todo en el automóvil que genera el 70% de las emisiones de Bióxido de carbono- está alterando la temperatura planetaria, en niveles que se muestran: en la disminución de los casquetes polares; el acrecentamiento consecuente en niveles de mares y océanos e incrementos y variaciones de períodos de lluvia y sequías, en elPlaneta.
Pocos esfuerzos reales se hacen a nivel nacional -menos aún local- para enfrentar, no solo la reducción de emisiones de gases de invernadero -a que estamos comprometidos como nación, ante el Protocolo de Kioto- sino para preparar al territorio nacional en el tratamiento de los elementos naturales, en especial el manejo del agua, en regiones como Tabasco en que se recibe, anualmente, más del30% de dicho elemento a nivel nacional, procedente de los escurrimientos de la montaña chiapaneca y la lluvia que cae directamente en su territorio.
Tras los fenómenos tan graves de lluvias e inundaciones que ocurrieron en 1999 y en el 2007, un grupo interdisciplinario nos dimos a la tarea –así lo expresamos en el evento de economistas- de preparar un Plan Hidráulico y, en su momento, crear laComisión de la Cuenca Baja de los ríos Grijalva-Carrizal, quienes forman una Mesopotamia en el Municipio de Centro, específicamente en la ciudad de Villahermosa, la más poblada e importante económica y políticamente de Tabasco.
Para tal acción contamos con beneplácito de autoridades municipales. Así en el 2008, se creo tal Comisión, que de acuerdo al reglamento correspondiente, preside elAlcalde de Centro y lo integran todas las fuerzas sociales y gubernamentales del Estado. En el evento del viernes presentamos los avances de la Comisión, hasta finales del 2009, para definir el punto focal que permita mitigar el riesgo –Agenda de Riesgos y Atlas de Riesgos, como herramientas fundamentales-.

La gestión del riesgo actúa en dos momentos: como correctiva –en que estamos, por lo...