Rieso
EN REFORMA
Humberto Lira Mora / Síndrome de Ottinger
Por Humberto Lira Mora (14-Ago-2005).-
La reivindicación del valor del idioma como vehículo insustituible de la comunicación es una exigencia en los tiempos de la globalización. El idioma simboliza tangiblemente la identidad de una sociedad o de una parte de ella.
Viene a cuento lo anteriorporque en los tiempos que corren algunos "prohombres" de la comunidad política están haciendo un uso poco enaltecedor de la comunicación y de sus símbolos como vehículos privilegiados del idioma y de sus símbolos. Veamos un caso grave de esa degradación.
La palabra "imagen" tiene entre otras acepciones la siguiente: "Figura, representación, semejanza y apariencia de una cosa"; la palabra"imaginación" a su vez quiere decir: "Aprensión (sic) falsa o juicio de una cosa que no hay en realidad o no tiene fundamento"; "Imagen formada por la fantasía".
El fenómeno que vemos en los tiempos que corren es que políticos que son poco creativos apuestan a la "imagen" que de ellos hacen los verdaderos "creativos"; es decir, sus publicistas. Los resultados de esta práctica para la vida y el avancedemocrático del país son desastrosos, representan un auténtico "salto para atrás".
En efecto estamos viendo y en un cierto modo viviendo, no un ejercicio democrático para la construcción de la representación política legítima, sino la puesta en escena de una representación perversa de la democracia.
Y es que algunos políticos, con dudosa legitimidad (caso del hoy precandidato del llamado Tucom),resultan catapultados a escenarios que en condiciones auténticamente democráticas y transparentes, les habrían sido ajenos y desconocidos.
En la irresponsabilidad del "cortoplacismo" electoral la ruta que siguen es "eficaz". Con las prácticas que ponen en juego pueden ganar elecciones pues se presentan ante los electores con la "imagen" de lo que no son, pues se exhiben a sí mismos como quienes enla realidad no han sido antes y probablemente no lo serán después: hombres públicos dignos del voto ciudadano.
El fenómeno no es nuevo. Los estudiosos de estos temas lo llaman "síndrome de Ottinger", que es el apellido de un político neoyorquino al que sus propagandistas le construyeron una "imagen" para una cierta candidatura; esa "imagen" no correspondía al verdadero Ottinger. La campaña de esepolítico fue sin embargo "exitosa": los electores fueron saturados de un Ottinger que no era Ottinger. Después de manipular con el engaño y la mentira al electorado, Ottinger fue en la realidad un mediocre político que jamás tuvo la capacidad para "reinventarse" conforme a la "imagen" que de él construyeron sus publicistas y es que Ottinger no era el hombre que su publicidad prometía.
Cuando seprivilegia la construcción de una "imagen" que en opinión de los "creativos" es la que el electorado quiere ver, como en el caso de Ottinger, lo que auténticamente ocurre es que la "imagen" que se presenta al electorado se construye con base en una o muchas mentiras. Es lo que Giovanni Sartori llama "mentiras eficaces y por tanto peligrosas".
Estas prácticas son usuales sobre todo cuando losindividuos objeto de la imagen tienen evidentes limitaciones. Por eso su publicidad tiene que hacer énfasis en el uso excesivo y desmesurado de "imágenes". La inteligencia, las ideas y los pensamientos están ausentes por una razón obvia: no hay prueba de que existan. Las "imágenes" ocultan esos hechos y se esconde al individuo incluso ¡hasta tiñéndole de otro color el pelo! Se asume que el elector nonecesita información, sólo "imágenes".
Esos políticos son los verdaderos responsables del "salto para atrás" de la democracia mexicana. En efecto, parecería que si de ellos dependiera, nuestra democracia sería sólo un juego falaz de imágenes.
En ese juego la publicidad política va al subconsciente y no a la conciencia del elector, es decir sólo a la superficialidad y no al fondo. Frases como...
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