Rimas de Bécquer
Rima VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
comoel pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! –pensé-; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
quele diga: «¡Levántate y anda!».
Rima X
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman,
el cielo se deshace en rayos de oro,
la tierra se estremece alborozada.
Oigoflotando en olas de armonías,
rumor de besos y batir de alas;
mis párpados se cierran...?¿Qué sucede?
¿Dime?
¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!
Rima XI
Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soyel símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
No es a ti, no.
Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin,
yo de ternurasguardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
No, no es a ti.
Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
¡Oh ven, ven tú!Rima XVII
Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto... La he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
Rima XXI
¿Qué es poesía?,dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
Rima XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
hablóel orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y elladirá: —¿Por qué no lloré yo?
Rima XLI
Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o abatirme!…
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta...
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