Rita Lynn La Vida Misma

De por vida y de por muerte, los mirlos sollozaron espesas lágrimas, casi tan negras como sus plumas, mancharon mi camisa ¡mi camisa favorita! ¡Condenados! ya no hacen camisas como esta, ni mujeres sin la etiqueta de “arpía” detrás del cuello. Jamás podré deshacerme de estas marcas que decoran mi camisa de mezclilla, casi tan oscuras como los ojos de Rita.

 
La mustia viste ropa de mujer ytacones altos, he de olvidar hasta mi propio nombre pero no su pálido rostro, sus labios rojo carmesí, más intensos que los arroyos de sangre derramados por una guerra en su pleno apogeo, sangre que brota dulcemente del seno de la existencia, una herida provocada por el beso de un puñal. Su cabello, he de evocarlo cada noche al contemplar las manchitas postradas en el techo de mi alcoba colormandarina, rizos que bajan por su espalda al igual que el magma del Vesubio, cubriendo Pompeya con su intensidad. Cada uno de sus cabellos están teñidos de un tinte proveniente del origen mismo de la sombra, sombra que se alimenta del dolor de los hombres como yo, tipejos ingenuos que se enredan con sus pelos, más negros que la peste que azotó a Europa, pero no, no hay punto de comparación, esa señoritaes capaz de cobrar más muertes todavía ¡yo he sido testigo! faltan palabras en la lengua para describir este martirio ¡totalmente atribuido a su persona! nunca debí caer en la desesperación, nunca debí caer a tus pies.
 
Cansado estoy, harto de que me digan que yo tuve la culpa ¡son patrañas putrefactas! Yo era feliz llevando la cuenta de los años que cumple el sol, era, hasta que ella tiró mipuerta e invadió mi vida -o lo que quedaba de ella- la llenó de falsos deseos, falsas esperanzas y un falso amor, que se desvaneció como los inciensos que enciendo para olvidar el perfume de esa malvada mujer. El suelo yace decorado del gris de las cenizas, ya no recuerdo de qué color eran las baldosas, ya no recuerdo como me llamo ni el color que alguna vez pintó la desdichada piel que decora singracia este cuerpo, costal de huesos y carne, un día será banquete de quienes viven arrastrados ¡disfrútenlo! Sonreiré ¡la muerte es un paseo en el parque! Le tomaré la mano y te guiñaré el ojo, porque a ti también te van a comer los gusanos.
 
Los mirlos dejaron su canto fúnebre tras sus siluetas, entonarán un silbido aún más estrepitoso.
 
Acompañando a la ceniza se encuentran recostadasvarias hojas del calendario que permanecen arrugadas. Marqué sus días, ahora sus días me marcan, justicia poética que me saca una sonrisa para la posteridad -una oportunidad para lucir mis dientes chuecos- me acusas al viento de forma inmediata, no necesito fingir más, me encuentro a punto de sufrir una apoplejía por pensar tanto en Rita Lynn.
 
Siento que es martes, o miércoles quizá, en estosdías acostumbro manosear el inmenso papeleo que hiberna bajo mis pies descalzos y desgastados, la escala gris lo ha ensuciado todo, no hay remedio, no recuerdo que pasó, no lo recuerdo, la memoria que tengo ahora es prácticamente una hecatombe, Katrina vino a visitarnos, dio un paseo bailando y saltando por doquier, dejó un desorden nefasto, su firma está escrita a lo largo del corredor. ¿En quéfecha estamos? ¿A quién le pregunto? si ni las aves rondan por estos lares, fueron a casa por el cancionero. Todos los días miro por la ventana para cerciorarme si es cierto que cada mañana es más helada y si cada noche es más oscura que la que pasó, pero solo hoy noté el reflejo que se ve en ella ¿quién es él? dudo que sea yo, no nos parecemos absolutamente en nada.
 
La cafetera parece parloteartrabalenguas incomprensibles, es una barbaridad, se que lo es, pero de todas maneras suelo mirarla por semanas, solo para saber si dirá algo importante, puede que pierda mi tiempo, pero uno nunca sabe, en sus aguas negras podría encontrar la claridad. Me asomo a ver su fondo, parece un pozo, eso es lo que es mi alma ahora, un pozo, esperando que algún iluso arrojé una moneda en él, creyendo que...