Rithner Juan Raul Animación a la Lectura la mirada encendida

Animación a la Lectura
La mirada encendida


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a lectura esa “práctica encarnada en ciertos gestos, espacios y hábitos" como afirmaba Chartier, necesita de políticas culturales que la impulsen y la faciliten.
Toda política social que entienda a lo cultural como herramienta básica de integración de las personas que habitan y construyen su territorio y que sostenga la cultura como columnavertebral del desarrollo holístico e integral del ser humano, piensa en la lectura, prevé acciones con sus consiguientes presupuestos, planifica con una mirada prospectiva e intenta acordar claros criterios de evaluación con sus protagonistas directos implicados en la ejecución de sus planes, programas y proyectos.
En esta Patagonia argentina donde un potente caudal inmigratorio y migratorio se fuesumando, y lo sigue haciendo, a la población originaria de la nación mapuche, esta práctica a la que hacía alusión Chartier cobra diversas dimensiones. El abanico de la lectura es tan múltiple y variado como las culturas que comparten y construyen diariamente el territorio y la identidad de esta región al sur de América.
La lectura y la producción de mensajes elaborados con códigos tácitamenteacordados entre los adolescentes y los jóvenes urbanos, por una parte, y la siempre vivificada oralidad propia de la cultura originaria y de algunas culturas migrantes con sus “gestos, espacios y hábitos” (Chartier) propios abrazan las diferentes maneras de ejercer esta práctica.
El reclamo que hace esta realidad patagónica trasciende incluso al que pueda ofrecerle una concepción que se rija por lamulticulturalidad (tal como ocurre en Europa debido a su actual realidad de transformación, fenómeno migratorio mediante) y exige una óptica sesgada claramente por una interculturalidad: el niño y el joven mapuche al igual que los hijos niños y jóvenes de las nuevas camadas inmigratorias que se asientan en el campo y las chacras rionegrinos asisten a la escuela y participan del escenario socialurbano. Y ejercen todas las prácticas en forma simultánea. El que resulta más excluido, sin embargo, es el joven de las zonas periurbanas, constantemente descalificado desde los sectores sociales del centro y desde las organizaciones institucionales, que no cuenta con la fuerza de una cultura más sólida y antigua que, en su familia y su tierra, fortalezca su resiliencia ante los embates del sistema.En el marco de esta realidad se hacen necesarios diseños de políticas culturales de sesgo intercultural en general y, en particular, planes, programas y proyectos de Animación a (o Promoción de) la Lectura que sean reconocibles por esta característica.

Acerca del lector
Ricardo Piglia (2005) en el prólogo de su obra “El último lector. Conjunto de ensayos sobre el acto de leer” inquieto por ladefinición de qué, hoy, es un lector, escribe:
“He recordado en estos días las páginas que Claude Lévi-Strauss escribió en La pensée sauvage sobre la obra de arte como modelo reducido. La realidad trabaja a escala real, tandis que l´art travaille à l´échelle réduite. El arte es una forma sintética del universo, un microcosmos que reproduce la especificidad del mundo. La moneda griega es un modelo enescala de toda una economía y de toda una civilización y a la vez es sólo un objeto extraviado que brilla al atardecer en la transparencia del agua”

Este lector patagónico de hoy, este militante social del bosque, el mar, la extracción del petróleo, el oro y el carbón, la desocupación, el piquete, la desigualdad de la ciudad y la miseria de los barrios de emergencia, ejerce en forma múltiple esta“práctica encarnada en ciertos gestos, espacios y hábitos” de la que habla Chartier porque hay prácticas sociales que el objeto libro no alcanza a transmitir. Hay oficios, saberes, asombros, interrogantes del alma humana, emociones, vínculos con otros imaginarios, cosmovisiones diferentes y disímiles expectativas que necesitan de la oralidad o que encuentran su soporte ideal en una pared, en...