Robert castel

En primer lugar, adoptará una perspectiva diferente de las descritas para abordar la cuestión del trabajo. En rigor, si bien este tema ocupa un lugar importante en su obra, se propone más estrictamente realizar una genealogía de los sectores vulnerabilizados o en situación aleatoria. ¿qué es una situación aleatoria en la actualidad?- se pregunta- ¿a partir de qué criterios se la aprecia? Pues elsalariado fue durante mucho tiempo, explica, una de las situaciones más indignas y miserables. Se era un asalariado cuando no se era nada. Se caía en ese estado como degradación, impulsado por la dependencia, la necesidad. De tal forma que se cuestiona ¿de qué modo llegó el salariado a remontar esta desventaja para convertirse a partir de la década del 60’ en la matriz básica de la integraciónsocial en las sociedades modernas? A partir de entonces, y hasta nuestra actualidad, el trabajo ya no es considerado en tanto fuerza productiva o forma de explotación, sino en estas nuevas circunstancias constituye una forma de integración social, otorga el privilegio de participar de la comunidad pues se reconoce a través de él la utilidad pública del individuo. Garantiza derechos, ciertasprotecciones, sociabilidades primarias y secundarias que constituyen la constancia de participación del individuo en la comunidad. Reconstruir cómo es que ocurrió esta mutación no es sólo una tarea de historiador y es por ello que Castel formuló la necesidad de un ajuste de la problematización, básicamente calibrando temas como los de la precariedad, vulnerabilidad, exclusión, relegamiento que afectan lasituación actual del desempleo masivo, pero no solo de éste, sino también de la precarización de la situación del trabajo, la inadecuación de los sistemas de protección social y los ajustes del trabajo a las modulaciones flexibles de la economía. Pero todo ello no puede plantearse, nos dice, si no tomamos en cuenta que este problema está en relación a un contexto de protecciones anteriores. Esta esuna nueva vulnerabilidad, definida y vivida sobre un fondo de protecciones. Se trata de algo muy distinto a la incertidumbre respecto del futuro que durante siglos fue la condición común de lo que entonces se denominaba el pueblo. No tiene sentido para Castel hablar de la crisis social sino se toma en cuenta esta diferencia.

Redefine su grilla de problemas en torno a las problemáticas que leplantea su presente. Para recobrar el surgimiento de lo más contemporáneo, elige reconstruir el sistema de transformaciones que la situación actual hereda y que paradójicamente está asociada no a la historia del neoliberalismo precisamente sino a la del Estado Benefactor. Se pregunta entonces ¿qué distingue a las antiguas situaciones de vulnerabilidad y la precariedad actual generada por procesosde pérdida de contacto con núcleos aún vigorosos de estabilidad protegida? Pues Castel no interroga específicamente al trabajo, sino a las condiciones de cohesión social a partir del análisis de formas de disgregación y a la presencia cada vez más insistente de individuos ubicados en situación de flotación o distintos niveles de desafiliación en la estructura social, que pueblan sus intersticios,sin encontrar allí un lugar asignado.

No obstante, el trabajo ocupa un lugar importante en su obra, no como técnica de producción de bienes y riqueza, sino como un medio privilegiado de integración a la estructura social, a partir de advertir la fuerte correlación entre el lugar que se ocupa en la división del trabajo y la participación de las redes de sociabilidad y sistemas de protección quecubren al individuo ante los riesgos de la existencia. Esta nueva realidad a la que asistimos paradójicamente se refuerza a la vez que desaparece el trabajo.

La desafiliación crea condiciones de posibilidad para construir núcleos de cohesión social cada vez más concentrados y frágiles. En torno a ellos describe la existencia de zonas intermedias en las que se conjugan distintos tipos de...