roberto el diablo

La leyenda de Roberto el Diablo, de autor desconocido, se publicó en castellano a
finales de la Edad Media, en lo primeros años del siglo XVI. Su origen en muy anterior:
en Francia se redactó una versión en las décadas iniciales del XIII y parece ser que el
relato oral era, incluso, muy anterior.
LA ESPANTOSA Y MARAVILLOSA VIDA DE ROBERTO EL DIABLO
En la provincia de Normandía hubo un duquemuy noble, discreto, esforzado, benigno
y muy humano a los suyos, y era justiciero y amigo de Dios, el cual llamaban «Aubert»,
cuyas hazañas y caballerías en las crónicas francesas se hallan patentemente declaradas, de
las cuales dejo de hablar por no ser prolijo, y solamente diré lo que a la historia conviene.
Tuvo este duque un día de Navidad cortes en una villa suya que llaman Vernón suSeina, a las cuales fueron llamados todos los señores y varones y caballeros del ducado de
Normandía. Y, como fuese el duque Aubert muy querido de sus vasallos y fuese asimismo
por casar, después de las cortes tenidas, fue de los caballeros de su ducado requerido que
le pluguiese casar; el cual, seyendo aficionado al pro y bien común, viendo la demanda de
los caballeros ser justa, les dijo quemirasen dó podría casar más a su honra y provecho de
su tierra, que era contento de cumplir su ruego, y les dio plazo para mirar en ello. Los
cuales dende a pocos días fueron a él y le dijeron cómo el duque de Borgoña tenía una hija
que de virtudes era muy dotada y de hermosura alcanzaba gran parte, y que tenían por bien
que fuese demandada. El duque estuvo un poco pensando y después los mandóvenir otro
día en la mañana, y luego mandó llamar algunos sabios de su corte para consultar aquel
hecho y dellos haber consejo. Y después de haber mirado en ello, los sabios le dijeron que
no dejase el consejo de los caballeros, que de tal casamiento le procedía honra y provecho,
y asimesmo a la república. E otro día, juntados sus caballeros, ordenó de enviar una
embajada al duque de Borgoña,la cual fue bien recebida y alcanzó luego lo que deseaba, y
fueron los desposorios muy honrados, y dende algunos días las bodas, cuales a tales
príncipes pertenescían.
El duque Aubert hizo llevar a su esposa a Normandía acompañada de muchos nobles
varones y asaz dueñas y doncellas. Y, llegados a la ciudad de Roán, fueron las fiestas
solemnes y las alegrías muy crecidas, de las cuales dejaréde decir por huir prolijidad y
seguiré lo que al propósito de la presente historia hace. Este duque Aubert y la duquesa su
mujer vivieron en compañía sin haber fructo por espacio de XVII años, o por falta que en
ellos había, o porque a Dios así placía. Porque muchas veces es mejor carescer de hijos que
tenerlos, y más a salvación de las ánimas al padre y a la madre nunca haber engendrado niconcebido, que tener hijos, si por falta de doctrina son condenados. Por ende digo que no
habemos de pedir a Dios salvo lo que a nuestra salvación pertenesce y más a su servicio y
voluntad fuere.
Estando el duque y la duquesa en gran tristeza, no cesaban de hacer muchas limosnas
y otras obras meritorias, y, con devotas oraciones, rogaban con mucha humildad a Dios les
quisiese dar fructo debendición; especial el duque hacía decir misas y hacer procesiones y

casar huérfanas. Y estando un día el duque y la duquesa holgando en una huerta, como el
duque jamás estuviese sin este cuidado hobo de decir las siguientes razones a la duquesa:
-Señora, gran pecado hizo quien a vos y a mí en uno juntó, porque tengo creído que si
otra dueña tuviera, que engendrara hijos, y, asimesmo,concibiérades si a otro varón vos
allegárades. Mas ni por eso con otra hembra jamás habré cópula carnal, aunque mi tierra
haya de ser de estraño príncipe señoreada y sean por ello mis vasallos alborotados. Mas el
pesar que dello tengo no es pequeño, que me basta para apocar mis días.
Fueron de tanta lástima las palabras del duque y tan sentidas en el corazón de la
duquesa su mujer, que por poco...