Robin Hood
HOOD
Joseph
Lampel,
Nueva
York
University
Durante
la
primavera
del
segundo
año
de
su
insurrección
contra
el
alguacil
en
jefe
de
Nottingham,
Robin
Hood
se
encontraba
caminando
por
el
bosque
de
Sherwood.
Mientras
lo
hacia,
evaluaba
el
progreso
de
la
campaña,
la
disposición
de
sus
fuerzas,
los
movimientos
recientes
de
alguacil
y
las
posibilidades
a
las
que
se
enfrentaba.
La
revuelta
en
contra
del
alguacil
había
comenzado
como
una
cruzada
personal.
Surgió
del
conflicto
de
Robin
con el
alguacil
y
su
administración.
Sin
embargo,
Robin
Hood
no
podía
hacer
mucho
por
sí
solo.
Así
que
buscó
aliados,
hombres
con
motivos
de
inconformidad
y
con
un
profundo
sentido
de
justicia.
Más
tarde
dio
la
bienvenida
a
todo
el
que
llegara,
haciendo
pocas
preguntas
y
exigiendo
sólo
la
voluntad
de
servir.
La
fuerza,
según
creía,
radicaba
en
el
número.
Pasó
el
primer
año
dando
forma
al
grupo
para
convertirlo
en
una
banda
disciplinada,
unida
por
la
enemistad
contra
el
alguacil
y
deseosa
de vivir
fuera
de
la
ley.
La
organización
de
la
banda
era
simple.
Robin
era
el
líder
supremo,
y
tomaba
todas
las
decisiones
importantes.
Delegaba
en
sus
lugartenientes
tareas
específicas:
Ø Hill
Scarlet
estaba
a
cargo
de
la
información
y
la
vigilancia.
Su
principal
tarea
era seguir
al
alguacil
y
a
sus
hombres,
siempre
alerta
al
siguiente
movimiento.
También
reunía
información
sobre
los
planes
de
viaje
de
mercaderes
ricos
y
recaudadores
de
impuestos.
Ø El
Pequeño
Juan
mantenía
la
disciplina
entre
los
hombres
y
supervisaba
que su
tiro
con
arco
estuviera
al
nivel
de
lo
que
su
profesión
demandaba.
Ø Scarlock
se
hacía
cargo
de
las
finanzas,
convirtiendo
el
botín
en
dinero,
repartiendo
las
ganancias,
y
encontrando
escondites
adecuados
para
el
excedente.
Ø Por
último,
Mich,
el
hijo
del molinero,
tenía
a
su
cargo
la
difícil
tarea
de
abastecer
a
la
siempre
en
aumento
banda
de
hombres
alegres.
El
creciente
tamaño
de
la
banda
era
un
motivo
de
satisfacción
para
Robin,
pero
también
de
preocupación.
La
fama
de
sus
hombres
alegres
se
extendía y
llegaban
nuevos
reclutas
de
todos
los
rincones
de
Inglaterra.
Conforme
la
banda
aumentó,
su
pequeño
campamento
se
convirtió
en
un
campamento
enorme.
Entre
un
ataque
y
otro,
los
hombres
se
arremolinaban,
platicando
y
jugando.
La
vigilancia
iba
disminuyendo,
y
se
volvía
más
difícil
de
mantener
la
disciplina.
”Vaya!”,
reflexionaba
Robin,
“en
estos
días
no
conozco
ni
la
mitad
de
los
hombres
con
los
que
me
encuentro”.
La
banda
cada
vez
mayor
también
comenzaba
a
exceder
la
capacidad
del
bosque
para...
Regístrate para leer el documento completo.