Rocio
Quierocompartir con ustedes dos textos. En primer lugar, el ya conocido, clásico pero que no debe ser olvidado (sobre todos por nuestros alumnos): la Carta de Walsh a losintegrantes de la Junta Militar. La pondré completa. No sé si existen derechos de autor pero creo que su contenido y cada una de las palabras que contiene nos pertenecen a cada unode los argentinos, a los que vivimos y a los 30.000 desaparecidos que nos dejó el horror de ese terrible período. Carta maravillosa que fue escrita considerando muchos delos recursos de los antiguos oradores clásicos, donde lo apelativo no falta y donde se puede observar, una vez más, la genialidad de Rodolfo Walsh.
¿Cómo fue vivir sinpapá? Fue la pregunta que me sirvió para iniciar la charla. Sus ojos cambiaron la forma de brillar y sintió necesidad de carraspear antes de decirme: aunque ya lo escribíen mi libro “Un canto a la Patria”, volver a recordar, por breve que esto sea, implica sumergirme mucho más profundamente en el océano del pasado. Pasado que vuelve y meacecha constante, una y otra vez, pasado que es presente. Un incesante y descarnado dolor lacera mi espíritu y supera el dolor físico de mil formas y de distintas maneras
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