Rock alternativo
La evangelización de América es una epopeya misionera que no se puede olvidar. No es justo que algunos quieran formular una leyenda negra. Si bien hubieronsombras, no se puede olvidar la extraordinaria obra de evangelización llevada a cabo por innumerables santos misioneros que en su gran mayoría lo dejaron todo para servir a los indígenas.
Luego deldescubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492, en acuerdo con los reyes de España y Portugal, pequeños equipos de franciscanos, de jesuitas y dominicos acompañan a las primeras expediciones ycomparten las condiciones de vida de los países a que llegan. Buscan, en primer lugar, sacar a las poblaciones autóctonas de las creencias animistas, fetichistas y heliocentristas muy antiguas, vivas,complejas y variadas; llevan a cabo con sentido práctico una catequesis elemental e introducen con éxito el sentido de las bienaventuranzas, en medio de unas concepciones religiosas cargadas detrascendencia divina, que, no obstante, están mezcladas con un pesimismo y un fatalismo existencial acentuados; la sacramentalización llega en cuanto se nota en el alma de los catecúmenos un mínimo deadhesión personal para que los Sacramentos de la iniciación cristiana -el bautismo, la confirmación y la Eucaristía- puedan constituir el punto de arranque indispensable para la vida sobrenatural y elcrecimiento de la fe inicial.
Roma se informa de esos acontecimientos lejanos. Consciente del nuevo y específico terreno que se abre a la evangelización, el Papa Pío V crea una comisión cardenaliciaespecializada en esos asuntos de los que no se tenía experiencia, lo mismo que erige seminarios para las misiones en 1588; el Papa Gregorio XV establece en 1622 un "Ministerio de las misiones", laCongregación De Propaganda Fide, "para la propagación de la fe". El continente de América del Sur recibe, ya desde 1511, una Jerarquía local que pronto se articula en 5 arzobispados y 27 obispados. En los...
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