Rock y Rap
No me ocuparé en la cruenta guerra hasta que el hijo del aguerrido Príamo, Héctor divino, llegue matando argivos a las tiendas y naves de los mirmidones y las incendie. Creoque Héctor, aunque esté enardecido, se abstendrá de combatir tan pronto como se acerque a mi tienda y a mi negra nave.
656 Así dijo. Cada uno tomó una copa de doble asa; y, hecha la libación,los enviados, con Ulises a su frente, regresaron a las naves. Patroclo ordenó a sus compañeros y a las esclavas que aderezaran al momento una mullida cama para
Fénix; y ellas, obedeciendo el mandato,hiciéronla con pieles de oveja una colcha y finísima cubierta del mejor lino. Allí descansó el viejo, aguardando la divina Aurora. Aquiles durmió en lo más retirado de la sólida tienda con una mujerque se había llevado de Lesbos: con Diomede, hija de Forbante, la de hermosas mejillas. Y Patroclo se acostó junto a la pared opuesta, teniendo a su lado a Ifis, la de bella cintura, que le habíaregalado Aquiles al tomar la excelsa Esciro, ciudad de Enieo.
669 Cuando los enviados llegaron a la tienda del Atrida, los aqueos, puestos en pie, les presentaban áureas copas y les hacían preguntas.Y el rey de hombres, Agamenón, los interrogó diciendo:
673 ¡Ea! Dime, célebre Ulises, gloria insigne de los aqueos. ¿Quiere librar a las naves del fuego enemigo, o se niega porque su corazónsoberbio se halla aún dominado por la cólera?
676 Contestó el paciente divino Ulises:
677 ¡Gloriosísimo Atrida, rey de hombres, Agamenón! No quiere aquél deponer la cólera, sino que se enciende aún mássu ira y te desprecia a ti y tus dones. Manda que deliberes con los argivos cómo podrás salvar las naves y al pueblo aqueo, dice en son de amenaza que echará al mar sus corvos bajeles, de...
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