Roiter
Páginas: 8 (1927 palabras)
Publicado: 6 de febrero de 2012
En la medida que el deber de vigilancia que para el empresario principal establece el art. 24.3 de la LPRL y la responsabilidad solidaria prevista en el art. 42.2 del mismo texto legal, están condicionadas a que la contrata que vincula a las distintas empresas presentes en el centro de trabajo sea una contrata correspondiente a “la propia actividad” de la empresaprincipal, la delimitación de dicho concepto será esencial, pues de ello dependerá que sean mayores o menores las responsabilidades del empresario principal.
Sin embargo, no por ser esencial, dicha interpretación deja de ser problemática. Si tradicionalmente doctrina y jurisprudencia han puesto de manifiesto las dificultades delimitativas que dicho concepto (contenido ya en el art. 42.2 del E.T.)comporta, al no interpretar de forma unánime que debe considerarse como tal, la cuestión se complica si cabe aún más con la inclusión de dicha noción en el artículo 24.3 LPRL, pues existen ya pronunciamientos doctrinales que consideran que dicha expresión reviste un carácter diferente en el plano de la salud laboral del que se le podría atribuir en otros ámbitos.
Doctrina y jurisprudencia hanseguido criterios diferentes, en ocasiones incluso contradictorios, al interpretar este concepto, calificado por la mayoría como “confuso” y “de difícil precisión”.
Así, y desde una primera perspectiva, parte de la doctrina y jurisprudencia han considerado que la “propia actividad” equivale a “la misma actividad”, de forma que “sólo en los casos en que existe una coincidencia entre la actividadprincipal de la empresa contratista y la de la contratante será de aplicación el art. 42.2 del E.T.” Descartándose que pueda ser considerada como atinente a la propia actividad “cualquier cometido accesorio impuesto por el fin propio del contratante”.
Sin embargo, según CRUZ VILLALÓN desde esta comprensión de la propia actividad, sólo en casos bien excepcionales, en los que la empresa combinarala realización de unas mismas tareas directamente y por medio de la contrata, resultaría de aplicación el art. 42 E.T. Precisamente por ello la jurisprudencia ha venido a rechazar la idea de identificar “propia actividad” con “misma actividad”, al entender que con ello se haría prácticamente inaplicable el precepto estatutario”.
Por el contrario, desde una segunda perspectiva, gran parte de ladoctrina interpretó el concepto de “propia actividad” de forma extensiva, considerando que todas las obras o servicios que contrate o subcontrate la empresa principal, tendrán cabida dentro de dicha expresión, “salvo aquellas labores que estén totalmente desconectadas de la labor del comitente”. Es decir, según esta línea doctrinal la propia actividad concurre “siempre que sea advertible unaconexión directa o indirecta con el proceso productivo de la empresa principal”.
Para determinar si la conexión existe, esta doctrina ha propuesto la idea de la “sustituibilidad” por la empresa principal de la actividad desarrollada por la empresa auxiliar, considerando que “siempre que el empresario pudiera conseguir el mismo resultado sin recurrir a terceros contratistas, existe una participaciónen el ciclo productivo de la empresa, una estrecha conexión funcional con la principal”.
Matizando esta última teoría, son de destacar los tres criterios aportados por RODRÍGUEZ PIÑERO, para determinar lo que debe entenderse por propia actividad. Dos de ellos, el locativo y el temporal, siguiendo la misma línea interpretativa extensiva a la que se acaba de hacer referencia, toman aspectosexternos del ciclo productivo de la empresa principal, para determinar si concurre o no la propia actividad. Así y desde un punto de vista temporal, se presumirá, según este autor, que la contrata corresponde a la misma actividad que la empresa principal cuando se recurre a ella de forma normal y perdurable, pues de ello se deduce que la contrata es necesaria para que la empresa comitente pueda...
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