Rojo y Negro, Stendhal

La vie en rose, en rouge, en noir


Stendhal desarrolla su novela en una Francia con dos caras: la revolucionaria y la reaccionaria. Por eso, no es de extrañarse que la dualidad sea un tema recurrente en "Rojo y Negro". Hay dos amores, dos colores, dos ciudades, dos jefes con dos caras diferentes, dos instantes de libertad para el protagonista en dos circunstancias muy diferentes1. Mas sinembargo, hay un único destino: la muerte. ¿Cómo predecirlo? Es un final demasiado certero para un libro que respira tanta hipocresía. Y aún así, en el momento en que conocemos a Julián, comprendemos que no importa lo que haga, jamás llegará a cumplir sus sueños. Pero la respuesta no es sencillamente "porque así funciona el realismo francés del siglo XIX". De hecho, si vamos a hablar de finales"realistas", un hombre con el orgullo de Julián habría optado tranquilamente por salvar su vida. Veremos que incluso alejándonos del contexto social de la novela, podemos identificar en la narrativa cuatro tipos de indicios que nos deja Stendhal para acostumbrarnos a la idea de que la vida no es un cuento de hadas: la desconfianza de Julián, su carácter pasional, la sociedad francesa y el concepto dedignidad. Procedamos a hablar de ellos en detalle.

El primer indicio es la desconfianza que le tiene Julián a la gente. Este recelo nace de su constante sentimiento de inferioridad material. En un principio, el único obstáculo que encuentra para reconocer el amor de la señora de Rênal es su terca insistencia por recordarse el abismo social que hay entre los dos. Según Julián, los ricos nopueden ver en él más que su cuna: constantemente sospecha que los sentimientos de Luisa hacia él están fundados en la lástima y que sus niños sólo lo ven como una mascota (Stendhal 130). Pero es importante aclarar que aquél sentimiento sólo se refiere a su posición social, puesto que en términos morales, Julián se siente muy superior a aquellos con los que se relaciona: "Si quiero merecer suestimación y la mía, tengo que demostrarles que es mi pobreza la que comercia con su riqueza, pero que mi corazón está a mil leguas de su insolencia (…)" (Stendhal 142). Este elemento mutará rápidamente a una "repugnancia" por las costumbres aristocráticas a su llegada a la mansión del marqués de La Mole. Cuando sucede esta transformación, sólo podemos imaginarnos que Julián está predispuesto al papel quese obliga a asumir, y que en cualquier momento, tanta mascarada será demasiado para él.

El segundo indicio es su carácter pasional. Es un hombre compulsivo, ambicioso, hipersensible. Sus sentimientos siempre son extremos. Esto, en contraste con un ambiente en donde "no hay verdaderas pasiones", como afirmó el conde Altamira, el condenado a muerte (Stendhal 428). La admiración que siente Juliánpor Napoleón será ese fuego que de ilusión a su alma. Todo lo que sabe nuestro joven de la vida lo aprendió de libros de guerra y estrategia, y por eso, el sentido del deber guiará siempre sus acciones. Pero es justamente por esta devoción al deber que no reconoce la felicidad, o en palabras de Stendhal: "… lo que hizo de Julián un ser superior fue precisamente lo que le impidió disfrutar delplacer que le salía al paso." (Stendhal 164). Y lo que es peor: que repriman constantemente sus ideas y pasiones no hace más que avivar su fuero interno y agravar el desprecio que siente por la nobleza. ¡Qué golpe al amor propio de Julián no habrán significado las palabras del Duque Castries cuando censuró sin reparos a los pensadores de su época: "¡Quieren opinar de todo y no tienen ni mil escudosde renta!"! (Stendhal 385). Y una vez más sospechamos, que semejante teatro no durará mucho.

Nuestro tercer indicio, y el más evidente de todos, es la misma sociedad francesa. No en vano Stendhal nos señala que todo en Francia se decide según la opinión pública, y que para la mala fortuna de nuestro héroe, "…esta opinión la hacen los imbéciles que la casualidad ha hecho nacer ricos, nobles...