Rol del profesor
singular como lo plantea Phillippe Perrenaud, lo que exige entonces un procedimiento de
resolución deproblemas, una determinada creatividad, más que la aplicación de una serie
de fórmulas, ya que cualquier normalización de la respuesta conlleva un debilitamiento de
la capacidad de acción y de reacción ensituaciones complejas.
Jobert recuerda que la competencia profesional puede entenderse como la capacidad de
gestionar el desajuste entre el trabajo prescrito y el trabajo real. Esta diferenciavaría según
los oficios y por lo tanto, la formación insiste, por un lado, en el aprendizaje de las reglas y
su respeto y por el otro, en la construcción de la autonomía y del criterio profesional.Incluso
en los trabajos menos calificados, un mínimo de autonomía en el trabajo es una condición
para el funcionamiento de la producción. Esta autonomía permite hacer frente a los límites
del trabajoprescrito, para hacer la tarea más soportable y para realizarla mejor cuando las
prescripciones fallan o no se ajustan a la realidad del tiempo, de los materiales o de las
condiciones de trabajo.Para evolucionar hacia una mayor profesionalización de su oficio, haría falta que los docentes
asumieran riesgos y dejaran de protegerse detrás del , de los programas y de
los textos (Perrenaud, 2007).Como profesionales de pleno derecho, los enseñantes tendrían que construir y actualizar
las competencias necesarias para el ejercicio, personal y colectivo, tanto de la autonomía
como de laresponsabilidad. La profesionalización del oficio de enseñante requeriría una
transformación del funcionamiento de los centros y una evolución paralela de otros oficios
de la enseñanza: inspectores,directores de centros, formadores, etc.
La autonomía y la responsabilidad de un profesional no se entienden sin una gran capacidad
para reflexionar en la acción y sobre la acción. Esta capacidad está...
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