ROMEO Y JULIETA
Romeo y Julieta - William Shakespeare
Prólogo
En la hermosa Verona, donde colocamos nuestra escena, dos familias de igual nobleza,
arrastradas por antiguos odios, se entregan a nuevas turbulencias, en que la sangre patricia
mancha las patricias manos. De la raza fatal de estos dos enemigos vino al mundo, con
hado funesto, una pareja amante, cuya infeliz, lastimosa ruinallevara también a la tumba
las disensiones de sus parientes. El terrible episodio de su fatídico amor, la persistencia del
encono de sus allegados al que sólo es capaz de poner término la extinción de su
descendencia, va a ser durante las siguientes dos horas el asunto de nuestra representación.
Si nos prestáis atento oído, lo que falte aquí tratará de suplirlo nuestro esfuerzo.
Acto primeroEscena I
(Verona. Una plaza pública.)
(Entran SANSÓN y GREGORIO, armados de espadas y broqueles.)
SANSÓN: Bajo mi palabra, Gregorio, no sufriremos que nos carguen.
GREGORIO: No, porque entonces seríamos cargadores.
SANSÓN: Quiero decir que si nos molestan echaremos fuera la tizona.
GREGORIO: Sí, mientras viváis echad el pescuezo fuera de la collera .
SANSÓN: Yo soyligero de manos cuando se me provoca.
GREGORIO: Pero no se te provoca fácilmente a sentar la mano.
SANSÓN: La vista de uno de esos perros de la casa de Montagüe me transporta.
GREGORIO: Trasportarse es huir, ser valiente es aguardar a pie firme: por eso es que el trasportarte tú es ponerte en salvo.
SANSÓN: Un perro de la casa ésa me provocará a mantenerme en el puesto. Yosiempre tomaré la
acera a todo individuo de ella, sea hombre o mujer.
GREGORIO: Eso prueba que eres un débil tuno, pues a la acera se arriman los débiles.
SANSÓN: Verdad; y por eso, siendo las mujeres las más febles vasijas, se las pega siempre a la
acera. Así, pues, cuando en la acera me tropiece con algún Montagüe, le echo fuera, y si es
mujer, la pego en ella.
GREGORIO: La contienda esentre nuestros amos, entre nosotros sus servidores.
SANSÓN: Es igual, quiero mostrarme tirano. Cuando me haya batido con los criados, seré cruel
con las doncellas. Les quitaré la vida.
GREGORIO: ¿La vida de las doncellas?
SANSÓN: Sí, la vida de las doncellas, o su... Tómalo en el sentido que quieras.
GREGORIO: En conciencia lo tomarán las que sientan el daño.
SANSÓN: Se lo haré sentir mientrastenga aliento y sabido es que soy hombre de gran nervio.
GREGORIO: Fortuna es que no seas pez; si lo fueras, serías un pobre arenque. Echa fuera el estoque; allí vienen dos de los Montagües .
(Entran ABRAHAM y BALTASAR.)
[SANSÓN: Desnuda tengo la espada. Busca querella, detrás de ti iré yo.
GREGORIO: ¡Cómo! ¿irte detrás y huir?]
SANSÓN: No temas nada de mí.
GREGORIO: ¡Temerte yo! No, porcierto.
SANSÓN: Pongamos la razón de nuestro lado; dejémosles comenzar.
GREGORIO: Al pasar por su lado frunciré el ceño y que lo tomen como quieran.
SANSÓN: Di más bien como se atrevan. Voy a morderme el dedo pulgar al enfrentarme con ellos y
un baldón les será si lo soportan.
ABRAHAM: ¡Eh! ¿Os mordéis el pulgar para afrentarnos?
SANSÓN: Me muerdo el pulgar, señor.
ABRAHAM: ¿Os lo mordéis,señor, para causarnos afrenta?
SANSÓN (aparte a GREGORIO.): ¿Estará la justicia de nuestra parte si respondo sí?
GREGORIO: No.
SANSÓN: No, señor, no me muerdo el pulgar para afrentaros; me lo muerdo, sí.
[GREGORIO: ¿Buscáis querella, señor?
ABRAHAM: ¿Querella decís? No, señor.
SANSÓN
Pues si la buscáis, igual os soy: Sirvo a tan buen amo como vos.
ABRAHAM: No, mejor.
SANSÓN: Enbuen hora, señor.]
(Aparece a lo lejos BENVOLIO.)
GREGORIO (aparte a SANSÓN.): Di mejor. Ahí viene uno de los parientes de mi amo.
[SANSÓN: Sí, mejor.
ABRAHAM: Mentís.
SANSÓN: Desenvainad, si sois hombres. -Gregorio, no olvides tu estocada maestra. (Pelean.)
BENVOLIO (abatiendo sus aceros.): ¡Tened, insensatos! Envainad las espadas; no sabéis lo que hacéis.
(Entra TYBAL.)
TYBAL: ¡Cómo!...
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