Romero y ellacuria
En la comprensión del testimonio de Ignacio Ellacuría, conviene desprenderse de algunos prejuicios respecto de su persona y su obra. Los Escritos filosóficos de juventud, que abarcan desde mediados de los años cincuenta hasta el año simbólico de 1968, nos muestran ya un modo peculiar de verel mundo y de afrontar los problemas, justo en sus primeros pasos por el quehacer filosófico, tratando de captar la virtualidad de Ortega y Gasset "desde dentro" y el despertar de la filosofía entre los primeros filósofos griegos. Ese modo peculiar de ver la realidad será lo que le lleve siempre a un compromiso o praxis histórica, que ya es testimonio de vida y legado universal de interésindiscutible.
Al parecer, en un primer proyecto filosófico de Ellacuría, había una cierta inquietud por aproximar la filosofía tomista y la de Ortega y Gasset. Pues se daba en él, desde la formación eclesiástica, una apertura a la filosofía vitalista moderna. Pero, ya desde entonces, era propio de su actitud intelectual el observar atentamente la realidad, descubrir las fuerzas predominantes, valorarel desarrollo científico técnico en sus aspectos positivos y negativos, y el plantear posibles acciones de transformación con cierto valor de universalidad. De hecho, a finales de los años cincuenta, a partir de las impresiones que le produjo la Exposición Internacional y Universal de Bruselas (Bélgica), en 1958, realiza un diagnóstico pesimista del estado del mundo y siente una mayor preocupaciónpor la desmedida importancia que adquiere el mundo de la técnica —especialmente la atómica— en detrimento del desarrollo integral, puesto que los problemas de los seres humanos son relegados a un segundo o tercer plano.
A Ignacio Ellacuría, al igual que a otros teólogos de la liberación de América Latina, se les ha marcado, política y religiosamente desde los poderes establecidos, con elsanbenito de marxistas —en sus análisis— y de comunistas —en su praxis—. Sin embargo, ya en 1959, realizó Ellacuría una crítica ponderada, y "desde dentro", del comunismo soviético, utilizando para tal fin la novela de Boris Pasternak, Doctor Zivago. Pasternak tenía razón, nos dice:
"El comunismo es valedero como destrucción de un orden social injusto y como fuerza de elevación de los bajosestamentos sociales. Pero es terriblemente injusto y falso en sus medios y en sus métodos... Tiene, sobre todo, la trágica deficiencia de no permitir una vida humana y de no poder llegar a ser nunca un ideal permanente y digno de vida humana. Esto lo ha visto claramente Pasternak, y la realidad actual de la juventud soviética le está dando la razón."
A partir de la constatación de la realidad y de laapertura a distintos mundos y opciones, Ellacuría se preocupará sobre todo por el sentido de la vida humana en un mundo tecnológicamente avanzado, por los problemas de la realidad y de la realidad histórica y por la defensa y liberación de las mayorías populares frente a múltiples formas de dominación, como puede comprobarse al hilo de su biografía vital e intelectual.
Óscar Arnulfo Romero nacióen Ciudad Barrios (San Miguel) el 15 de agosto de 1917. Fue el segundo de los 8 hermanos de una modesta familia. Su padre, Santos, era empleado de correo y telegrafista y su madre, Guadalupe de Jesús, se ocupaba de las tareas domésticas. El Salvador era por entonces un país de relativa prosperidad económica (gracias al cultivo y exportación de café) pero dominado por un poder oligárquico quemantenía oprimida a la población campesina.
Su nombramiento como obispo auxiliar de Monseñor Luis Chávez y González, en 1970, no fue bien visto por los sectores más renovadores: Monseñor Chávez y González y Monseñor Rivera (también obispo auxiliar) estaban impulsando los cambios pastorales que el Vaticano II y la Conferencia de Medellín de 1968 exigían para el desarrollo de una nueva forma de...
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