Románticos alemanes
Novalis, Wackenroder, Hoffmann, Von Kleist, Schlegel
Estudio preliminar y selección de Ilse M. de Brugger
biblioteca básica universal 24
centro editor de américa latina
Los derechos de la versión castellana de El puchero de oro de Hoffmann pertenecen a Editorial Labor S. A., la que ha dado el correspondiente permiso para su publicación.
Ilustración detapa: Paisaje con árboles verdes de Maurice Denis.
© 1978 by Centro Editor de América Latina S. A.
Edición digital de urijenny (odoniano@yahoo.com.ar)
Índice
Estudio preliminar 5
I 5
II 7
Los discípulos en Saís 10
Novalis 10
1. El discípulo 10
2. La Naturaleza 14
La extraña muerte del pintor Francesco Francia, conocidísimo en su época y el primero de laescuela lombarda 27
Wilíielm Heinrich Wackenroder 27
El discípulo y Rafael 31
Wilíielm Heinrich Wackenroder 31
El puchero de oro - Un cuento de hadas moderno 34
E. T. A. Hoffmann 34
Velada primera 34
Velada segunda 37
Velada tercera 43
Velada cuarta 47
Velada quinta 51
Velada sexta 57
Velada séptima 62
Velada octava 67Velada novena 72
Velada décima 78
Velada onceava 82
Velada doceava 86
Sobre el teatro de títeres 91
Heinrich Von Kleist 91
Fragmentos 97
Friedrich Schlegel 97
Contraportada 101
Estudio preliminar
I
“Los alemanes son algo así como las tropas de exploración del ejército del espíritu humano: avanzan por caminos nuevos y ponen a prueba medios desconocidos.¿Cómo no nos interesaría saber qué es lo que dicen a su regreso de los viajes a lo infinito?”
Estas palabras de Madame de Staël en su libro De la Alemania (1810) procuran caracterizar el papel desempeñado por la literatura y filosofía germánicas en la época de oro que va desde 1770 hasta 1830, aproximadamente. Se trata de la llamada “época de Goethe”, cuyos aportes a la cultura nacional y universalson tanto más abundantes y fértiles cuanto que el pensar y el poetizar se mantienen en estrecha vinculación con una gran preocupación por el hombre como ser vivo, como portador de “humanidad”. Se ha dado a la edad el nombre de Goethe porque éste, con la universalidad de sus intereses, es la figura más destacada de esas décadas y porque en su obra se reflejan, directa o indirectamente, lasprincipales tendencias de la época. A primera vista, la pujanza espiritual del último tercio del siglo XVIII, el polifónico coro de voces importantes, la rica producción literaria, resultan sorprendentes, sobre todo cuando se piensa en el atraso cultural sufrido por Alemania a consecuencia de varios hechos: la guerra de los treinta años (1618-1648). Que dejó al país en ruinas; el sistema de divisiónterritorial, que implicaba la falta de un centro cultural como lo eran París y Londres; la ausencia de una capa social lo bastante representativa para ser portadora de la cultura, y, finalmente, el insuficiente desarrollo del idioma alemán para aprehender la vida moderna con versatilidad y flexibilidad.
Los prohombres de la Ilustración habían hecho ingentes esfuerzos para subsanar estasdeficiencias. Pero su espíritu a veces demasiado ortodoxo y racional, su tendencia demasiado pronunciada a imitar los modelos franceses, impidieron el hallazgo de contenidos y formas que hubieran armonizado con la idiosincrasia del pueblo alemán. Sin embargo, las fuerzas anímicas reprimidas se fueron abriendo paso. Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781) había señalado nuevos caminos en sus trabajos teóricos,sobre todo en Laocoonte (1766) y en la Dramaturgia hamburguesa (1769). Substituyó la preceptiva clasicista por la crítica moderna, que parte de la obra misma y sus leyes intrínsecas. A través de sus dramas maestros: Minna von Barnhelm (1767), Emilia Galotti (1772), y Natán el sabio (1779), demostró que el teatro alemán era capaz de ofrecer obras dignas que por sus temas y formas apelaban a los...
Regístrate para leer el documento completo.