Rosario Amozoc
Hasta aquí las cosas parecían ser benéficas, pues los componentes y directores de los bandos se esforzaban en quedar mejor que los contrarios; pero la envidia comenzaba a interponerse y la división de los bandos con el tiempo sefue ahondando, no faltando las disputas, lo que inquietaba a las autoridades que se mostraban desconfiadas, pues era de temerse que tal estado de cosas culminara en algo más serio; a esto agréguense que uno de los bandos tenía como líder a una mujer a quien apodaban la “Culata”, lo cierto es que de este Mari-macho tenía un amante de no recomendable aspecto ni antecedentes, a quien la autoridadtenía señalando por sus peleas y enredos, la autoridad eclesiástica dispuso, en obvio de diferencias y alborotos que los dos grupos celebraran la festividad alternativamente; unos en los años que tuvieran cifra par, y los otros cuando fuera impar. Con tan atinada medida se creyó que se daría por terminado este negocio mas, por causa de uno de tantos alborotos de la inquieta política militante deotros tiempos; la celebración de las festividades se interrumpió en el orden acordado y cuando la calma y la normalidad volvieron a aquel terruño, toco el turno, en la celebración de la solemnidad a los del año par; lo que descontento a los del bando opuesto que alegaron que a ellos correspondía la celebración y que por causas de los trastornos políticos se les privaba de esa franquicia pero;sometido el punto a riguroso arbitraje, se resolvió que no debía interrumpirse el orden en que la Autoridad Eclesiástica y Civil habían establecido y los celebrantes del año impar humillados y furiosos por tal decisión se retiraron, no sin jurar que tomarían desquite.
Como ya se supondrá, el caudillo de los descontentos era nada menos que la “Culata” ciertamente en el fondo de estas cuestiones yacaloradas disputas había el provecho de algunos pesos que se quedaban entre los organizadores, mas que el deseo de dar lustre a la fiesta.
Así las cosas llegaron a los días del novenario que antecede a la festividad. Los organizadores en esa ocasión extremaron los preparativos y aquel año recaudaron fondos hasta de la cercana Puebla. Los dividendos entre los organizadores prometían ser abundantes: secontrató buena orquesta, se invitaron a los faroleros de la Catedral de Puebla, y a distinguidas personalidades.
El día de la fiesta el bando en derrota se entregó al pulque y mezcal, celebrando a Baco (en la mitología griega Dionisio; dios del vino e inspirador de la locura ritual y el éxtasis) ya que no podía festejar a los santos. La iglesia desde temprana hora se lleno de fieles; el altariluminado con luces de colores resplandecía de modo fantástico, luciendo las más hermosas galas; las esbeltas columnas revestidas de cortinajes de tafetán, de las cornisas pendían gallardetes y en lo general el adorno hacia ver el esmero que los encargados habían tomado para que no faltara el más mínimo detalle. Los faroleros estaban formados en doble fila frente al altar… comenzó el Rosario: Elsacerdote, desde el pulpito iba dirigiendo con pausada voz los distintos pasos del rezo; los del bando contrario aunque en condiciones poco favorables de tenerse en pie se mantenían quietos, solo el lugarteniente de la “Culata” que estaba cerca del jefe de los faroleros, dejaban fluir su rencor con entrecortadas palabras, no propias del recinto sagrado.
Por fin llego la hora de la letanía; las...
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