Rosario Castellanos Y La Condición Femenina

Rosario Castellanos y la condición femenina
A partir del movimiento feminista de los años sesenta, las mujeres participaron en la tarea de la cultura. Sin embargo, es hasta principios de la década de los ochenta cuando las novelas parecen seguir cierto ánimo exploratorio del lenguaje literario. La redefinición, consecuencia directa de los cambios en ambientes sociales y políticos en elmundo, brinda a las mujeres la oportunidad de identificación con otros grupos marginados de las viejas estructuras patriarcales, idea que se hace evidente en la literatura de nuestro tiempo, pero que no hubiese sido posible sin la intervención casi mágica de plumas como la de la Rosario Castellanos, Elena Garro, María Luisa Puga, entre otras. Para comprender el curso histórico de la expresiónliteraria femenina, es imperioso poner cara a cara las obras y las vidas de las autoras en los dos planos en que se lleva a cabo la manifestación de las protagonistas: el primero, corresponde a la ficción; el segundo, al de los deberes y la rutina cumplida.
Es fácil advertir que hasta mediados de la década de los sesenta eran pocas las escritoras comprometidas con el afán de reivindicar la posturade la mujer presentada en la literatura hecha por mujeres. Actualmente hay muchas escritoras, pero siguen siendo pocas las que muestran este compromiso. Estos afanes son evidentes en la literatura de Rosario Castellanos, cuyos logros dentro de la narrativa mexicana se han orientado hacia una representación de la realidad íntima, auténtica, distinta a la cotidiana, que sumergen al lector enparadigmas más evidentes como la automarginación, el rechazo, o la autocrítica. En la obra de Rosario Castellanos vemos que su mundo está cifrado por su feminidad reflejada en su equilibrio creador. Forjó el universo a partir de algunas formas de dominación social, sujetas a los prejuicios de su circunstancia de mujer determinando lo indefenso de quienes han sufrido el acoso moral y económico delcapitalismo. Al parecer, se trata de un desacuerdo entre lo ideal y su experiencia inmediata y debido a que esto no coincidió, el recurso justificable radicó en la lamentación a través de tres figuras dominantes: la soledad, el destino y la muerte. De ellas se desprende lo incierto del amor y a la postre, de su condición femenina. Lamentación de Dido, la que se conoce como el mejor logrado de suscantos[1], es un claro ejemplo de lo doloroso de sus confrontaciones íntimas causadas por la partida del ser amado:
Por que yo sé que para mí no hay muerte. Porque el dolor- y qué otra cosa soy más que dolor? Me ha hecho eterna” y así, más tarde, la nueva Dido que retorna al mundo de los vivos, afirma en Meditación en el umbral:
“Debe haber toro modo…
Otro modo de ser humano y libre.
Otro modode ser.”
Luego al buscar nuevos derroteros, Castellanos echa mano de la denuncia, por así decirlo en Álbum de familia donde traslada la irredenta provincia a los ámbitos liberados de la gran ciudad, aunque no escapa de la injusticia organizada. Rosario Castellanos evoca al México de dos tiempos: el de la provincia suspendida del pasado y el de las tentativas modernas. Dos mundos, que según MarthaRobles, le provocaron su conflicto intelectual.[2] Pues, no es que quiera negar alguno, pero no puede apelar a alguno de ellos sin tocar al otro.
La condición femenina es una temática recurrente en la literatura de Rosario Castellanos. Si bien En El eterno femenino, la obra teatral que plantea algunos problemas de ser mujer en un mundo condicionado por varones, argumenta racionalmente sobreel aspecto femenino empleando la inteligencia y la integridad, manifiesta el apego a la verdad, que según Raúl Ortiz, es el rasgo más sobresaliente de su narrativa, dentro de la que su espíritu inquieto desenmascara la iniquidad en que conviven las víctimas de las arbitrariedades y la opresión tradicionales. No debemos olvidar el humor y la ironía con que los personajes son presentados, así...