rosseau
JA~ERPEÑAECHEVERRM
Universidad de Valladolid
En este artículo se toma la noción de
comunidad como clave de interpretación de la filosofía política de Rousseau, a la vez que se ilustran con ésta la
nostalgia de la comunidad en las socíedades modernas y las diferentes ímáge-
nes de la comunidad política a las que
apela la filosoña contemporánea:la comunidad de la voluntad general, construida deliberativamente, y la comunidad de tradición y pertenencia, arraigada en vínculos afectivos.
I. Introducción
La filosofía política de Rousseau se presta, quizá como ninguna otra, a la
controversia entre sus intérpretes.' Aun si se acepta la tesis de Cassirer
sobre la unidad de fondo del pensamiento rousseauníano.s no es posible
pasar poralto el cúmulo de ambigüedades, y hasta contradicciones, de la
obra asistemática de este pensador, apasionado y propenso al exceso retórico, y situado además en la encrucijada de una sociedad que, a la vez
que celebra la emancipación de los individuos respecto de los vínculos
orgánicos tradicionales, añora la solidaridad comunitaria perdida, sustituida por el enfrentamiento entre los sujetosegoístas que concurren en el
mercado.
Sin embargo, las carencias, tensiones y aporías que es posible detectar
en el pensamiento de Rousseau resultan particularmente interesantes para
los propósitos de este trabajo. En él se toma como eje la noción de comunidad, considerándola como idea clave para la interpretación del proyecto
teórico-político de Rousseau; y las dificultades y vacilaciones que seaprecian en la concepción rousseauniana de la comunidad ilustran admirablemente aquellas a las que se enfrentan la teoría y la práctica política contemporáneas en este punto.
Pues es patente que la aspiración a una sociedad que pueda ser considerada como una comunidad está ampliamente extendida en las atomizadas sociedades postindustrlales; pero es cierto también que el mismo término puededesignar contenidos diferentes. Podemos mentar con la palabra «comunidad), algo emparentado con la Gemeinschait de Tonnies: una
unidad solidaria «natural», ligada por lazos de sangre, tierra o cultura, con
una intensa tonalidad afectiva; o bien la idea de una sociedad (o proyecto
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ISEGORíAf11 (1995)
pp. 126·143
Rousseau y la idea de comunidad política
de ella) caracterizada por ladeterminación conjunta y solidaria de un inte-rés común, que supera la mera coexistencia de intereses privados.
En ambos casos la noción de comunidad se relaciona negativamente
con la de individualismo (aunque no necesariamente con la de individuo),
y enfatiza lo común, la integración y la solidaridad, como aspectos básicos
de la relación social. Pero mientras la primera acepción de «comunidad»subraya la referencia a la tradición y la pertenencia a un contexto previo,
la vinculación al pasado --como ocurre en las propuestas comunítaristas
de corte neoaristotélico o neohegelíano-c-,' la segunda pone el acento en la
construccián deliberada (en los dos sentidos de esta palabra) de una sociedad solidaria, «más allá del contrato social» -para decirlo con Muguerza.'
Se orienta, por tanto,a la construcción del futuro.
Pues bien, ambas representaciones de la comunidad política coexisten
en la obra de Rousseau. Y una reflexión sobre la posibilidad, deseabilidad,
límites y condiciones de una forma de vida comunitaria en las sociedades
actuales bien pudiera pasar por una relectura de este pensador.
lI. La crítica de la sociedad moderna
Cabe considerar, desde la perspectivaadoptada, a la pars destruens de la
teoría política rousseauniana (la de los Discursos, junto con algunas cartas
y fragmentos) como una crítica de la sociedad moderna, cuyo eje sería
precisamente la denuncia de la ausencia de la dimensión comunitaria, y de
su sustitución por el «individualismo posesivo» de una sociedad en la que
los fuertes crecen a costa de los débiles, y todos son víctimas...
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