Rosset Trata De Mostrar En Este Breve Ensayo Que La Pretensi N De Llegar Al Conocimiento De Uno Mismo Es In Til


Clément Rosset nos explica en su libro Lejos de mí, el estudio sobre la identidad.
El embrujo del yo
Nos dice que se tiende a admitir el diferenciar entre una identidad social y otra identidad personal (entendiendo por ésta una identidad íntima del yo, o identidad psicológica, o identidad real). En su opinión sólo existe la identidad social, que es según él la única que tenemos, pues laotra no es más que una ilusión, una identidad fantasmagórica. Así suele creerse que poseemos una identidad “pre-identitaria” es decir una identidad primera, que nos es propia, oscura y profunda que luego es envuelta en una más convencional que identificamos como identidad social. En cualquier caso siempre tendemos a pensar que la otra, que es la verdadera, mi auténtica identidad, subyace indemne ypura, inalterable, bajo el manto de mi identidad social. El problema gira aquí en torno al sentimiento, ya sea verdadero ya ilusorio, de la unidad del yo, ese yo que, según se nos dic e, es indudable y constituye uno de los hechos capitales de la existencia humana, aunque nadie sea capaz de justificarlo o simplemente de describirlo. David Hume fue el primero en señalar este atolladerofilosófico como en nunca puedo atraparme a mí mismo en ningún caso sin una percepción y nunca puedo observar otra cosa que la percepción. Si todas mis percepciones fueran suprimidas por mi mente (no pudiera pensar, ver, sentir, amar u odiar) mi yo resultaría una perfecta nada. Pascal nos afirma que no se ama nunca a nadie, sino que únicamente se ama sus cualidades. La identidad personal es como unapersona fantasmal que persigue a mi persona real (y social), me ronda a menudo de cerca pero nunca de forma tangible ni alcanzable y constituye lo que Mallarme llama mi “obsesión”. Lo importante es que por muy familiar que nos resulta nunca deja de ser un fantasma. Clement dice que la identidad personal es un huésped familiar, pero también un huésped invisible, o visible sólo desde un ángulo de visiónque me impide mirarlo a la cara.
La identidad prestada
El paliativo más común para esa falta de ser de la identidad personal, es la adquisición de una identidad prestada. “Sólo la imitación de otro permite que mi personalidad se constituya”, es por otro lado la mejor forma de que funcionen las cosas y la más normal. Nos dice, “copiad, y si copiando lográis ser vosotros mismos es que tenéisalgo que decir y habréis logrado forjaros una personalidad, aquello de que esta hecho(al menos en apariencia) un yo”. Es posible que mi yo se modifique por la influencia de otra identidad prestada que altere o sustituya a la primera, pero en cualquier caso nunca dejará de ser un yo prestado. Mi identidad es absolutamente incapaz de existir por mí mismo. Pero a su vez ese yo que imito ha sidotomado prestado de otro que también lo tomó de otro y así sucesivamente. René G. cuestiono seriamente la autonomía del yo, que la considera ilusoria y de origen cartesiano, la cual atestigua la pertenencia de la personalidad, limitada en la imitación: “Me parece haber sido creado y traído al mundo únicamente para imitar a alguien. ¡Palabra de honor! Vivo copiando los diversos autores que he leído, vivocon el sudor de mi frente.” Se presentan dos tipos de identidad prestada: en uno el “tutor” es de tipo paterno o afín, que puede tratarse de una persona que haya cuidado de mí, que se haya preocupado por mí y por lo que me pasaba, incluso alguien a quien yo tenga en alta estima y en el segundo el tutor es de tipo “amoroso”, sentirse amado trae consigo la sensación de poseer una identidadpersonal. Es decir la pareja nos dota de esa sensación de ser. El amor nos hace encontrar un yo en el otro (en detrimento de él), afortunadamente el sentimiento es recíproco. En el mito que Platón relata es el hecho de entender que el amor se explica como la reconstitución de una identidad perdida, lo que equivale a decir que el amor no es otra cosa que la constitución de la identidad personal, y...