Rumbo Al Destino
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“¿Por qué eres así conmigo?”, preguntó Diego, un niño de casi trece años de edad. Lo miré sin comprender. No entiendo a lo que te refieres, dije. “Sí, respondió, tú me tratas como ser humano”. La respuesta me sorprendió, dejé de comer. Estábamos en un restaurante de esos de franquicia. Eres un ser humano, expresé, aunque a veces tecomportas como bestia. “¡Chale!”, exclamó y los dos reímos.
La frase de Diego se me quedó grabada, lo dice todo sobre su vida. Me recordó la película del “Hombre Elefante” y su grito de angustia: “¡No soy un animal, soy un ser humano!”. Y ese era el grito de Diego y de miles de niños como él.
Lamentablemente muchos padres no ven a los hijos como seres humanos, sino peor que animales. Aparte demaltratarlos, quieren convertirlos en robots: que sean obedientes a todo y sigan las órdenes al pie de la letra y en el instante que se les indique.
A los padres no les interesa lo que el niño piense, sienta y esté haciendo en ese momento. Solo debe estar atento a obedecer órdenes: ¡Haz tu tarea! ¡Apaga el televisor! ¡Limpia tu cuarto! ¡Cállate! ¡Duérmete! ¡Párate! ¡Siéntate!... ¿Y la educación? Jamásllega. Mejor dicho, ordenar, prohibir y castigar es la educación que reciben. Y después nos espantamos de que los hijos sean irresponsables y muchos se conviertan en delincuentes.
Tal parece que a los padres les molesta la vida: que el niño juegue, grite y retoce. Por eso se emocionan sobremanera cuando ven al hijo dormido, lo consideran un angelito. Para ellos es el chico perfecto: No grita, nopiensa, no rezonga, no hace travesuras. Es la clase de hijo que todos aman: el niño inmóvil, el que está “muerto interiormente”: el niño robot. Y a ese “amor necrófilo” lo llaman ternura.
Lo más triste de todo, es que los padres piensan que la vida tiene sentido al ver durmiendo al niño, dicen que valen la pena todos los sacrificios que han hecho por él. Cada vez que escucho a los padres decir todolo que se sacrifican por los hijos, se me revuelve el estómago. Demuestran que no los aman, sobre todo porque en cada oportunidad les restriegan en la cara el “sacrificio” que hacen por ellos. ¿Cómo va a ser un sacrificio hacer todo lo posible por los hijos? Si consideran un sacrificio darles lo necesario, ¿para qué diablos los concibieron?
Cuando en verdad se ama a los hijos, nada de lo que sehaga por ellos es un sacrificio. Al contrario, es un gusto, una alegría. Solo las personas que son desdichadas, consideran un sacrificio apoyar, respetar y amar a los hijos.
Pero regresemos con Diego. El chico estudia y trabaja. Sus padres ya no lo quieren mantener. Diego se compra sus útiles escolares, ropa y lo que necesite. Está por terminar la primaria. Es admirable, aunque su situación estriste. Está creciendo sin ninguna clase de dirección, lo cual ha hecho que su conducta se vaya torciendo. Si no iban a hacerse responsable de él, ¿para qué lo trajeron al mundo?
No conformes con esa situación, los padres le quitan parte del poco dinero que gana. Dicen que tiene que cooperar con los gastos de la casa, no va a estar viviendo de a gratis. Si tuvieran alguna necesidad económica, talvez sería comprensible esa actitud, pero no es así. Simplemente quieren que el chico cargue con gastos que les corresponde exclusivamente a ellos. Es lamentable, sobre todo porque a Diego no le alcanza el dinero, luego tiene que pedir prestado o arreglárselas como pueda.
Pero eso no es lo peor del asunto, lo grave es cuando no da o se atrasa en la cuota que le impusieron. Los padres amenazan concorrerlo de la casa, no lo bajan de ser un irresponsable, holgazán y bueno para nada. Además, lo humillan por cualquier cosa: ¡Qué no piensas! ¡Para qué te sirve la inteligencia! ¡Tienes mierda en el cerebro o qué!
Los padres de Diego, sin darse cuenta, se retratan perfectamente a sí mismos. Solo alguien que no piensa, que no le sirve la inteligencia y que tiene estiércol en el cerebro, trata a...
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