Runaway jury
Por otro lado, "El jurado" versa sobre otro peliagudo tema, al me-nos en el citado país americano: la facilidad con la que uno puede adquirir un arma de fuego y las posibles muertes que ello provocaal año. El espectador nuevamente podrá emitir su opinión sobre esta materia, preguntándose en concreto si una empresa que, por ejemplo, fabrica pistolas, puede ser responsable subsidiaria de una matanza que alguien ha provocado con alguno de sus artículos, de igual forma que lo sería una compañía tabaquera o una automovilís-tica respecto a los suyos. Se trata, en definitiva, de proponer unde-bate en el que el espectador ha de sacar sus propias conclusiones (que conste que el filme tiene las suyas), todo ello envuelto en un típico producto hollywoodiense repleto de estrellas y construido a través de una correcta factura técnica.
La cinta comienza con una sólida presentación de Rankin Fitch, el per-sonaje interpretado por Gene Hack-man, pues el público enseguida se percata de cuánobservador e inteli-gente es este individuo, destrezas im-prescindibles para ejercer su profe-sión. El contraste es evidente cuando aparece Wendell Rorh (Dustin Hoff-man), una persona más idealista y noble que la anterior. Finalmente nos encontramos con Nicholas Easter (John Cusack), a quien a priori no le apetece nada tener que formar parte de un jurado, pero que junto a la enigmática Marlee (RachelWeisz) forman el núcleo de la trama que, aparte de servir para la reflexión personal del espectador, bus-ca el entretenimiento a través de las típicas líneas de un correcto «thriller».
No soy un entusiasta de las películas de juicios, pero ésta, como así sucedió en su día con la magnífica y muy superior "Doce hom-bres sin piedad", no se centra en ellos, sino en los entresijos que los rodean y enel poder de las grandes corporaciones y sus hues-tes de interminables abogados. Al espectador, pues, no le interesa tanto cuál va a ser la sentencia, sino cómo se va a llegar a ella, da-dos los múltiples factores que pueden decidir su resolución. Ahora bien, no nos hallamos ante un espléndido guión que nos deja con los ojos pegados en la pantalla y en permanente tensión, pero al menos sí es losuficientemente digno como para que no nos provoque un indeseado sopor.
En todo caso, no hay duda de que lo que sustenta al filme es su fabuloso reparto, comenzando por un excelen-te Gene Hackman –atención a sus ataques de furia cuando no consigue lo que pretende– y continuando por un no menos fantástico Dustin Hoffman (lástima que las confrontaciones di-rectas entre ambos actores tan sólo sereduzcan a unos cuantos minutos de las más de dos horas que dura "El jurado"). Destacar también el gran tra-bajo de John Cusack y la agradable presencia de Rachel Weisz. Respecto a la banda sonora de Chris-topher Young, tan sólo comentar que incorpora leves elementos jazzísticos y, aunque no es crucial para crear la ambientación de la película, posee momentos descriptivos bastante acertados y otros...
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