rupac
En la bibliografía arqueológica del departamento de Lima, se cuenta con muy poca información sobre los Atavillos. Muy pocos son los investigadores que han estudiado este curacazgo y su área de desarrollo. Las principales fuentes de Información las encontramos en los Documentos de Visitas a la provincia de Canta de los años 1549 y 1553, analizadas por María Rostworowski en1978.
En la primera mitad del siglo pasado, el monseñor Pedro Villar Córdova recorre parte de lo que fueron los territorios de los Atavillos, describiendo los restos arquitectónicos, así como algunos otros materiales culturales, pero también recoge algunas historias y mitos de la zona.
Este esfuerzo fue secundado más tarde por Teodoro Cassana Robles y Fernando Villiger, entre otros. Sinembargo, son pocos los trabajos arqueológicos realizados en esta zona, por lo que quedan muchas interrogantes sobre los Atavillos, las cuales no pueden ser resueltas sin un mayor estudio. Muchos de los sitios arqueológicos de la región aún presentan un buen estado de conservación, pues el huaqueo es mínimo, dado que entre los pobladores de la zona existe un sentido de respeto hacia estos sitios,considerados por ellos como sus gentiles o sus abuelos, antepasados de su comunidad, y de quienes descienden.
ANTECEDENTES
En 1935, Pedro Villar Córdova realizó los primeros estudios de numerosos sitios arqueológicos que dejaron los primeros habitantes de Atavillos, en la antigua provincia de Canta (zona que actualmente corresponde a lasprovincias de Canta y Huaral). Según este autor, existieron en la sierra del departamento de Lima, antes del dominio incaico, dos agrupaciones sociales: los yauyos y los atavillos.
Esa demarcación fue luego conservada por los incas, aplicándose el régimen de los “hunu”, es decir, “provincia de 10 000 tributarios”. El hunu de los ata-willu comprendía la zona geográfica que actualmente ocupa laprovincia de Canta, la sierra de Chancay y parte de Cajatambo. Esta antigua demarcación existió hasta la época de la conquista española, cuando se constituyeron los repartimientos, las encomiendas y después se formaron las provincias o corregimientos1.
Posteriormente, María Rostworowski (1978) analiza los testimonios de las visitas de Canta de 1549 y de 1553 y da a conocer que el curacazgo deAtavillos se situaba en la margen izquierda del río Chancay hasta la margen derecha del río Chillón, dividido en bajo y alto; y que en tiempos prehispánicos consiguió el dominio de los cantas, piscas, huamantangas y socos. Según estos documentos, a la llegada de los españoles, el curacazgo de Canta seguía bajo la hegemonía de los Atavillos.
En cuanto al reconocimiento arqueológico de la regiónde los Atavillos, las investigaciones se han centrado en su arquitectura, pues muchos de sus asentamientos están en aceptable estado de conservación, tal es el caso de Añay, Chiprak y Rupac, ubicados en Atavillos Bajo.
Estos sitios han sido estudiados y descritos por Fernando Villiger (1979), Teodoro Cassana Robles (1976) y F. Marussi Castellan (1979).
Este último hizo un análisis urbanísticode la ciudad de Rúpac como tema de tesis, presentada al Centro de Estudios Urbanos en Madrid, en 1977.
Finalmente, Carlos Farfán Lobatón2 inició en el año 1984 recorridos por Cantamarca y Carcas, como parte de un proyecto auspiciado por el Instituto Nacional de Cultura. Además, realizó trabajos de excavación arqueológica en Cantamarca (temporadas 1987 y 1988) y en Huishco (temporadas 1989 y1990). Durante las excavaciones arqueológicas recorrió ambas márgenes del río Chillón, y presentó los sitios arqueológicos reconocidos en varias publicaciones, haciendo énfasis en la descripción arquitectónica de los mismos, su ubicación cronológica así como las semejanzas y diferencias entre ellos.
Como podemos apreciar, existe poca informa ción sobre los sitios arqueológicos de Atavillos,...
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