Sócrates: La Muerte Como Un Bien

Sócrates: La muerte como un bien.
Dra. Elisa Dibárbora.
Universidad Nacional de Rosario.
elidibar@gmail.com

No cabe duda alguna acerca de la influencia que el pensamiento platónico ha ejercido en la formación del espíritu del mundo occidental y cristiano actual.
Tomando como referencia su original teoría de los dos mundos para explicar la realidad, Platón nos presenta a lamuerte como la continuación en el mundo inteligible del mismo tipo de vida que hemos llevado en el mundo sensible.
La finalidad ética de Platón cuando en su obra se refiere a la muerte es presentar el paradigma de una vida buena, mediante la toma de conciencia de los premios o castigos que elegimos ahora para tener luego en el más allá, sabiendo que los que han sido justos en el mundo terrenalgozarán de los deleites celestiales y los injustos de los tormentos del inframundo.
Por lo tanto desde una perspectiva trascendente, siempre es más beneficioso llevar una existencia justa, aunque eso implique en muchas ocasiones dolor y tristeza ya que nos garantiza la dicha eterna. Juzgado moralmente: “es preferible padecer una injusticia que cometerla”.
La construcción especulativaexpuesta por Platón respecto al tema de la muerte resulta una teoría bastante creíble y concuerda perfectamente con toda su doctrina. Sin embargo, no podemos dejar de hacer alusión al acontecimiento nefasto, que generó el mayor sentimiento de impotencia, congoja y desasosiego que haya sentido Platón en su vida: la injusta muerte de su maestro Sócrates.[1]

La muerte como un bien
En eltramo final del libro Apología de Sócrates - relato de la propia defensa que Sócrates pronunció ante el Tribunal ateniense que lo condenó a morir- Platón hace referencia a las últimas horas de vida en este mundo de su maestro y, como en toda la obra del período de su juventud, lo hace en forma de diálogo, uno de cuyos interlocutores es invariablemente Sócrates, éste afirma que no teme a la muerte yaún más: la considera algo bueno.
Retornemos a la obra en el tramo final del juicio. En el momento de emitirse el veredicto de culpable de impiedad[2] por no creer en los dioses “oficiales” de Atenas y de corromper a la juventud con sus enseñanzas; es condenado a muerte. Le ofrecen la alternativa del destierro o el pago de una elevada multa, pero Sócrates rechaza ambas opciones. Quedando porlo tanto en firme la sentencia de morir bebiendo cicuta.
Es conocido el hecho, frecuentemente mencionado por Sócrates, de la voz interior o voz de la conciencia (daimon), que en forma habitual se le hacía presente, cuando alguna acción que iba a realizar podía no ser la correcta o beneficiosa para él.
Estos episodios eran interpretados por Sócrates como una intervención divina quelo ayudaba a obrar bien para consigo mismo y para con las demás personas. En el momento del juicio esa voz se le presenta nuevamente y así lo hace saber a los allí presentes:
“Pues bien, ahora me han sucedido cosas que ustedes mismos ven, y que cualquiera podría juzgar y considerar que es el peor de los males. Pero he aquí que ni cuando salí de casa a la mañana temprano, ni cuando concurríaquí ante el tribunal, ni en ningún momento en que estaba a punto de decir algo en la argumentación, se me ha opuesto el signo de Dios (…) ni al obrar, ni al hablar. ¿Cuál debo suponer que es la causa? Les diré: es probable que lo que me ha acontecido resulte un bien, y no sea correcta la suposición que hacemos cuando pensamos que morir es un mal.”[3]
Es muy grande la esperanza de que lamuerte sea un bien, ya que, en realidad, no caben más que dos posibilidades:
1ro.: Es como un maravilloso sueño, sin sensibilidad, una eterna noche de dormir profundo.
2do.: Un cambio de morada del alma hacia otro lugar donde están todos los hombres justos que han muerto y, fundamentalmente, los que al igual...