sabas
Y TOLERANCIA EN MATERIA RELIGIOSA
(Paper de Trabajo. Borrador. No citar)
Roberto Saba
Parecen existir buenas razones para sostener que la igualdad ante la ley, cuando ella se refiere
a la libertad religiosa, implica la aceptación de un límite a la interferencia estatal respecto de las
creencias de los individuos (entendiendo por ellas tanto laadopción de una religión particular o de
ninguna). Este límite supone que el Estado debe asumir una posición neutral en materia de creencias,
sin privilegiar ni impedir ninguna de ellas a menos que de su exteriorización se derive daño a terceros
o se afecte el orden o la moral pública. En este sentido, el estado no puede prohibir ni promover
ninguna religión en especial, así como tampoco adoptaroficialmente una creencia religiosa o exigir
que los individuos deban o no tener alguna.
Esta neutralidad puede justificarse de diferentes maneras. Se puede sostener que ella se
desprende de una visión impersonal del mundo que daja a un lado la perspectiva individual y
autoreferente1; o que su justificación se encuentra en una idea de justicia derivada de principios que
se adoptan cuando nosencontramos detrás de un velo de ignorancia que nos oculta nuestra propia
condición2; o que el reconocimiento de la autonomía personal como razgo distintivo de los seres
humanos, excluye toda posibilidad de que se le impongan a estos en forma heterónoma ideales de vida
considerados correctos por otros particulares o por el estado mismo, etc.3
No desarrollaré aquí ninguna de éstasjustificaciones posibles de la neutralidad del estado en
materia religiosa, sino que, asumiendo esa neutralidad como justificada para lograr una real igualdad
1
Thomas Nagel, A View From Nowhere, Oxfor University Press, 1986. Ver también, Thomas Nagel, Equality and
Partiality, Oxford University Press, 1991.
2
John Rawls, A Theory of Justice,
3
Joseph Raz, The Morality of Freedom,...., TambiénCarlos S. Nino, Etica y
derechos humanos...
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de trato, me referiré a dos problemas que me parece interesante plantear para estimular la discusión
de esta reunión.
El primer tema se inspira en la realidad de mi país, y probablemente de la mayoría de las
naciones de América Latina, según la cual una religión determinada, en este caso la Católica
Apostólica Romana, ha ejercido unaenorme influencia, desde aún antes del nacimiento de los estados
nacionales, y probablemente por ello, sobre las decisiones del gobierno y la regulación e
interpretación de los derechos emanados de la Constitución.
Sin embargo, el caso de la incorporación al derecho de principios nutridos en una religión
determinada es el problema probablemente más sencillo de decidir bajo la luz de una idealiberal del
estado, de la democracia y de los derechos individuales protegidos por la ley fundamental de un país.
A pesar de ello, no por ser más sencillo demostrar el "error" en el que incurre el Estado al interferir
de un modo perfeccionista4 sobre las prácticas religiosas o los mandatos de la conciencia de los
individuos, podemos considerar que es ésta una discusión cerrada, mucho menos ennuestro país5.
El segundo tema que me parece interesante traer a la discusión se encuentra menos
desarrollado en América Latina, aunque no es el caso de los Estados Unidos y algunos países de
Europa donde el carácter multicultural de sus sociedades y la conciencia acerca de sus derechos que
las minorías han desarrollado, han llevado a un mayor grado de sofisticación en la discusión que meinteresa. Me refiero a la posibilidad de que el estado asuma una posición activa en materia de
regulación religiosa "abandonando", prima facie6, la neutralidad que damos por justificada en este
paper, reconociendo que esta intervención demanda una reformulación esa neutralidad.
Me refiero fundamentalmente a dos situaciones: a)la promoción y apoyo de las religiones
menos extendidas y poderosas como...
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