Saber Esperar

Saber esperar.
Qué alegría saber que tenemos un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu, que es multitud, que es familia. Un Dios que como cualquier padre y madre lleva a sus hijos de la mano. Tal comonosotros hacemos cada día.
Salimos de casa varias veces al día con nuestros hijos pequeños y los llevamos siempre de la mano. Y cuantas veces estos se entretienen al vestirse, al preparar sus cosas osencillamente jugando y nos hacen esperar. Y no importa cuanta prisa tengamos, intentamos esperarles pacientemente.  Igual nuestro Dios padre-madre nos espera, con el mismo cariño y esa misma entregadesinteresada. Y este ejemplo es algo que deberíamos aprender a valorar también en nuestro día a día, en nuestro pequeño mundo: el saber esperar.
Son muchas las ocasiones en la vida en que esnecesario saber esperar. Cuando son pequeños cada niño lleva una evolución diferente y a veces nos empeñamos en que se superen en los estudios, en los deportes o en su comportamiento en casa, y losatosigamos con instrucciones y normas, cuando lo que más necesitan es tan solo tiempo: su tiempo. Tiempo para llegar por ellos mismos, para desarrollar sus habilidades, aprender a usar sus herramientas oincluso tiempo para poder hacer un punto y seguido. No queramos construir frases sólo con comas. Tampoco llenar vidas sin pausas. Todos llegan y llegamos, pero no todos al mismo tiempo pues todos somosdiferentes y únicos y esto es lo que nos hace tan maravillosos, desde pequeños.
Los jóvenes necesitan igualmente su tiempo para madurar. Queremos que pronto comprendan los secretos de la vida, que seanresponsables, que tengan recursos sociales, que sean trabajadores, y además felices, que no tengan dudas, que sean exitosos y no tengan mal humor, cuando nosotros mismos estamos aún progresando poréstos mismos caminos. A veces es tiempo lo que necesitan para aprender a sonreír sin motivo, para sentirse seguros consigo mismos en un cuerpo y una vida que se les presenta como una total novedad....