sabias que
"Nosotros no somos dogmáticos".
DANIEL ARTANA, Página/12, 21-3-2001.
El 20 de diciembre de 1978, mientras las tropas argentinas se preparaban para una inminente guerra con Chile, el ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, anunciaba un nuevo paquete de medidas. Bajo el novedoso título de "enfoque monetario de la balanza de pagos", el gobierno militar dejabaatrás el liberalismo tradicional y apostaba a un ajuste de nuevo tipo, un cronograma de devaluaciones escalonadas que, combinadas con una mayor apertura, permitirían reducir la inflación sin estrangular el crecimiento.
El modelo había sido diseñado apenas unos meses antes en EE.UU. por un pequeño grupo de seguidores del gurú del neoliberalismo, el economista Milton Friedman. Hasta el momento,su aplicación había dado resultados extraordinarios en los simulacros econométricos y las mesas de diseño de la Universidad de Chicago. Sin embargo, se trataba de una creación académica abstracta, que nunca se había trasladado a un contexto real y que ignoraba aspectos específicos de Argentina, como el hecho de que el año anterior había sido el país con el índice de inflación más alto del mundo.A pesar de estos inconvenientes, algunos jóvenes economistas, muchos de ellos todavía alumnos de Chicago, lo recomendaron con entusiasmo: aunque la decisión política fue de Martínez de Hoz, entre sus autores intelectuales se encontraban Carlos Rodríguez, quien poco después de los anuncios asumió como asesor en el Banco Central; Manuel Solanet, director de Planificación Económica; y RoqueFernández, más tarde asesor del Ministerio de Economía.
La "tablita", como se conoció popularmente al invento, fue una fiesta para la timba financiera, no logró contener la inflación, que llegó al 160% en 1979, y sentó las bases de una economía especulativa que nunca se terminaría de desactivar. Fue la primera creación de una nueva generación de expertos, que con los años hegemonizarían la discusiónpolítica y económica de Argentina.
"El problema distributivo de Argentina no ha sido causado por las grandes transformaciones económicas que se realizaron durante los 90, sino por las que no se concretaron".
Describir los ejes del pensamiento económico de este grupo de defensores del libre mercado no es tan complicado como podría parecer. El neoliberalismo, el término más adecuado paradefinir su concepción, parte de una serie de supuestos sencillos e indiscutibles derivados de una idea básica: las sociedades pueden alcanzar el desarrollo a través de la libre competencia entre sus individuos, concebidos como seres racionales, astutos, informados y egoístas.
La mayoría de los economistas neo liberales argentinos se formó en Chicago bajo la influencia de Milton Friedman, premio Nobelde' Economía y máximo referente del monetarismo, una corriente académica opuesta al keynesianismo hegemónico de la posguerra. Con el tiempo fueron sumando al monetarismo y al neoliberalismo de origen un neoinstitucionalismo más o menos rústico, que postula que las instituciones correctas generan resultados correctos y que la clave consiste entonces en copiar las de los países desarrollados.
Setrata de negar la contribución de estas corrientes teóricas a la investigación académica, ni siquiera su aporte a la solución de problemas concretos. Lo que se cuestiona es la utilización que se les ha dado, su transformación en una religión laica y supuestamente infalible, apoyada en un video duro de verdades reveladas: achicamiento del Estado, desregulación, apertura económica, control de laemisión, independencia de la autoridad monetaria y flexibilización de la legislación laboral.
La primera aplicación del neoliberalismo a una economía real, fuera de los modelos econométricos, ocurrió en Chile bajo la dictadura de Augusto Pinochet. Más tarde se trasladó a la Argentina de José Alfredo Martínez de Hoz y, a partir de 1980, a la Inglaterra de Thatcher y parcialmente a los EE.UU. de...
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