sabila
Ovidio Roca
Hace unos días leí que el Vice de Murundanga, determinaba que en los programas de salud, paralelamente a la medicina occidental ycapitalista, se apliquen las prácticas originarias, por entendido andinas.
Para no quedar fuera del juego en este país de justicia plural, medicina plural, sexo plural y conseguir algunas pegas para los cambasherbolarios, traigo a la memoria algunas recetas de la medicina y cultura amazónica esperando que mis amigos bonosolistas recordando sus experiencias y exprimiendo sus recuerdos, las puedancomplementar, pues de seguro necesitaremos aplicarla cuando nuestros “maestritos” de la economía, la sociología, la educación, la política internacional, con sus absurdas recetas y peor gestión, concluyan dedestruir la nación boliviana y el país y consigamos quitarle la posta a Haití.
Es seguro que de seguir con este nefasto experimento de marxismo indígena, retornaremos quinientos años atrás y habremosconseguido el objetivo ultimo del cambio originario: tendremos al Inca y sus narcoamautas y algunos q´arasiquis, q´arapanzas y qanachiris, formando parte del entorno palaciego y muy por debajo lamasa de pongos q´arachaquis, a quienes aplicándoles la técnica motivacional originaria, del “garrote y coca”, se los hace trabajar duro para el confort y disfrute del amadísimo líder y sus huestes.Volviendo a la medicina tradicional, mi experiencia en las practicas curativas viene de algunas vivencias; primero en la Estancia San Lorenzo de la barranca, cerca de Montero Hoyos (Santa Cruz), dondepase mi infancia y aprendí de las cambas viejas y sabidas, las recetas curativas; luego algunos años en Mojos haciendo mi maestría con los Taitas y Mamas del Cabildo de San Lorenzo (Beni), quienes meenseñaron algunas otras, las que reseño para ustedes.
Nota: Estas recetas fueron certificadas en su tiempo por Santos Noco y Malaco Méndez Roca
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