Sabndy

Muerte en el callejón

En la noche, sentada en la silla de mimbre, María Lugo, creyó oír una moto, entonada y ruidosa corriendo en dirección al callejón. Aquel estruendo le hizo pensar en su propia suerte. Se levantó lentamente y entró en el cuarto. Y con un gesto firme, en el que se dejaba ver, sin embargo, cierto miedo, busco el arma en la gaveta.

Aferrado en una moto gris, por elestrecho callejón diagonal a la avenida principal, avanzaba un sujeto en una frenética y ciega carrera. María Lugo, desde su portal, reconoció la silueta del enemigo. Se acomodo detrás de la puerta, aprontó el arma y fijo la mirada en el corazón insensible del verdugo. Moto y sujeto cruzaron la línea imaginaria del porche. Y María Lugo, que había aguardado desde siempre ese momento, disparó. La motorodó por el pavimento, y el sujeto, con el pecho agujereado, abrió los brazos, se dobló sobre sí mismo y cayó a la acera mordiendo el polvo acumulado en la cuneta.

La detonación interrumpió nuestras horas de siesta cotidianas, resonó la brisa cubriendo de zozobra nuestros corazones. Salimos a la calle y, se acercaban muchos curiosos, en semicírculo rodeamos a la víctima. Mi compañero se desprendiódel grupo, se despojó de la chaqueta, e inclinado sobre el cuerpo aún caliente de aquella otra víctima, la giró de cara al cielo. Entonces vimos, alumbrado por los reflejos ámbar de los postes de luz, el rostro sereno y sin vida de nuestra amiga María Lugo.
En la noche, sentada en la silla de mimbre, María Lugo, creyó oír una moto, entonada y ruidosa corriendo en dirección al callejón. Aquelestruendo le hizo pensar en su propia suerte. Se levantó lentamente y entró en el cuarto. Y con un gesto firme, en el que se dejaba ver, sin embargo, cierto miedo, busco el arma en la gaveta.

El hospital
Luz, oscuridad, luz, oscuridad... Era todo lo que mis parpados entre abiertos podían distinguir y unas siluetas a mi alrededor que iban y venían....luego....solo oscuridad......
Abrí los ojosy al hacerlo sentí una punzada de dolor en el cuello, no recordaba donde estaba o que había hecho las últimas horas, me encuentro en un cuarto vagamente iluminado por una tenue luz, distingo a lo lejos una silueta de una persona buscando algo de entre una pila de instrumental quirúrgico.

Dónde estoy? le dije.
No se dio la vuelta.
Veo que ya has despertado, has dormido mas de lo que esperaba,debe ser el efecto de los calmantes.
Quién es usted? Dónde estoy? Miles de preguntas saltaron en mi cabeza, pero solo esas pude pronunciar cuando sentí mi garganta seca.

Tranquilo, estás enfermo, no lo recuerdas?. Te hemos traído aquí para aliviar tu dolor, te hemos traído aquí para "CURARTE". Me sentía confundido por la extraña situación por la que estaba pasando, pensé que solo era unaconfusión cuando escuché un tintineo metálico, luego un sonido como una sierra, seguido de un grito desgarrador indescriptible. Me llené de pánico, empecé a sudar, gotas frías inundaban mi frente y corrían por mis mejías, fue ahí donde me di cuenta que me encontraba en una camilla algo oxidada. De repente un rosto cubierto por un masacrilla que se me hacia extrañamente familiar vigilaba mismovimientos desde hacía ya rato sin que yo me percatara.

Tengo dinero, si es lo que desea pero sáqueme de aquí!! Una súplica salió de mis labios como nunca me hubiera propuesto a hacerlo.
No es por dinero que te encuentras aquí, me dijo. Estas aquí para que encuentres la verdad de lo que has estado investigando. Te has ganado un boleto de primera fila para ver y sentir lo que tanto has tratado dedescubrir.

No me gustaba nada lo que me había dicho pero aunque hubiera querido, mi cansado cuerpo no podía levantarse de la camilla, lo cual me aliviaba, ya que sentía como 20 kilos en cada una de mis extremidades y a la vez me llenaba de pánico, porque me encontraba a la merced de este maniático. De repente vi su mano derecha en la que tenía una taladradora, la accionó soltando un ruido que...