SaccaZ

LAS IDEAS DE NACIÓN EN LA ESCRITURA
FICCIONAL DE JOSÉ PABLO FEINMANN

Zulma Sacca
José Pablo Feinmann indaga en el lugar preciso donde convergen
la ilusión civilizatoria y la intervención de lo salvaje. El género novelesco le sirve para recrear la operación simbólica del gran momento
de la iniciación sangrienta de los primeros años de la Argentina. Los
fusilamientos de Liniers y Dorrego otorganel sentido a los relatos de
Feinmann aspiran a articular socialmente un intercambio recíproco
entre vivos y muertos, dones y contradones.
Para el disideratum civilizatorio que fundó la nación, dos siglos
de historia argentina errática se tornaron en peligro mortal, en fuerzas irreconciliables. En su novela La sangre derramada, Feinmann
explica cómo nuestro acto iniciático es la inversa de nuestroprincipio de realidad:
Como si esto fuera poco, la situación era tremendamente
confusa. España estaba en manos de Bonaparte. Fernando
VII había sido destituido. La Junta de Buenos Aires no decía
enfrentar a Fernando VII sino afirmaba que gobernaría en su
nombre en tanto el rey estuviese fuera del trono por la dominación francesa. A esta situación se la llama “máscara de
Fernando”. Es decir, laJunta se pone una máscara –la del
rey de quien, en verdad desea liberarse– para gobernar.
Nuestra historia surge enmascarada, surge como ficción. (La
sangre derramada)
La máscara de Fernando pone fin a lo real porque lejos de obtener
una vida vivida como un valor positivo, las condenas a muerte disuelven los principios vitales y proporcionan la vida solo como alucinación. Por eso no existe unarestitución en el orden simbólico
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–la ley o la razón civilizadora– sino un imaginario de sangre derramada, de castigo y de padecimiento que crean un des-orden simbólico.
La historia argentina nace como un relato donde no existe alianza
entre vivos y muertos, existen, en cambio, cadenas de venganzas y,
por lo tanto, de injusticias. Este es el hecho que permite narrar la
historia de los desventuradospersonajes de El ejército de cenizas. La
matriz de la novela son El matadero y Facundo reproducidas en sus
oposiciones tenaces, en el caudillismo y la proscripción. También La
cautiva, con pampas dantescas pobladas de mortales merodeadores.
La novela de Feinmann continúa con la necesidad irrenunciable de
los iconos fundadores del sistema letrado argentino, esto es, descifrar
acontecimientos deangustiosos duelos y ciclos sociales marcados
por la exclusión y la violencia.
El relato se divide formalmente en cuatro libros cuyos títulos –“El
horizonte”, “La persecución”, “Las aguadas” y “El asilo”– remiten a
emblemas ubicados en el “afuera” y permiten marcar al otro y subrayar
la vigencia del poder en el estricto recorte del “adentro”. Entre otras
cuestiones, el poder se funda en el monopoliode la muerte y en el control exclusivo del movimiento social. En este caso, la ciudad de Buenos
Aires y, en particular, su fuerte militar, es el primer dominio reservado
para mediaciones y representaciones. Allí comienza el relato circular
con un duelo a muerte que hace justicia o venganza al primero.
El “afuera” se ramificará hacia el Fuerte Independencia que, inmerso en el desierto, sesuspenderá en un movimiento infernal que
acabará por destruirlo. Sin embargo, el esquema básico de este fuerte
coincidirá con el juego de discriminaciones y abstraerá el tiempo en
espera de glorificaciones o condenas.
El ejército de cenizas podría leerse como una novela con visos
fantasmáticos, de personajes que remedan a seres artificiales y construida por una intriga circular sellada con sangre. Superaestos estereotipos, porque interviene en la conformación de la historia del
pensamiento argentino, en sus fórmulas de análisis y en sus héroes
modélicos. La novela está orientada a ser una analogía de la nación
argentina y, desde esta semejanza, pone en producción procedimientos estéticos de reabsorción de la “verdadera” y “sangrienta”
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historia. El universo novelesco se separa según juegos...