Sacrificio a Molek- Asa Larsson
Un grupo de cazadores mata a un oso en los bosques cercanos a Kiruna. Cuando abren el vientre del animal, encuentran un dedo humano
entre las vísceras. Unos meses más tarde, hallan a una mujer asesinada en su casa. Ha sido brutalmente agredida con una horqueta hasta la
muerte. Markus, su nieto de siete años, ha desaparecido.
La fiscal del distrito, Rebecka Martinsson, que en unprincipio se iba a hacer cargo de la investigación, es retirada del caso. Pero la
desaparición del niño se convierte en una obsesión: la muerte parece perseguir a esta familia, y Rebecka no está dispuesta a que su último
miembro, el pequeño Markus, corra la misma suerte.
Åsa Larsson
Sacrificio a Mólek
Rebecka Martinsson 05
T ítulo original: T ill offer åt Molok
T raduc tores : Mayte Giménez-P ontus S ánc hez
E ditorial: S eix B arral
IS B N: 9788432214806
Estoy leyendo el Cuarto Libro del Levítico. Dios está furioso. Recita las leyes y los castigos que sufrirán los que no las sigan. Maldice y
amenaza sin parar. En el capítulo veinte, bajo el título de «Sanciones», el Señor dice que el que entregue uno de sus hijos a Mólek morirá sin
remedio, el pueblo lo lapidará. DiceDios: «Volveré el rostro contra ese hombre y lo extirparé de su pueblo.» Me pregunto cómo lo hará si ya ha
sido lapidado. Dice también que si el pueblo cierra los ojos ante ese hombre que entregó uno de sus hijos a Mólek, toda su descendencia sufrirá
la ira de Dios.
Leo un poco sobre Mólek. Parece ser un dios que puede otorgar riquezas, buenas cosechas y victoria en la guerra. ¿Qué dios no haprometido precisamente eso? Se sacrificaba a niños. Había estatuas de Mólek, huecas, de cobre. Se hacía fuego dentro de la estatua, que se
ponía al rojo vivo. Después se colocaba al niño en el regazo de Mólek.
Pensaba en todo esto cuando escribía este libro. Sacrificar a un niño por el éxito, para honrar este mundo.
¿Cómo puede ladrar un perro de ese modo? Samuel Johansson nunca había oídoladrar así.
Está en la cocina preparándose un bocadillo. Su elkhound está atado a una correa elástica en el jardín.
Todo estaba tranquilo hasta que el perro empezó a ladrar. Al principio de forma penetrante y malhumorada.
¿A qué le ladra? Seguro que no es ninguna ardilla. Reconoce el ladrido a las ardillas. Tampoco es un alce. El ladrido a los alces es más
sordo y constante.
Después ocurre algo.El perro chilla. Aúlla como si se hubieran abierto las puertas del infierno. Es un sonido que despierta un miedo frío en
Samuel Johansson.
Entonces se hace un silencio absoluto.
Samuel sale corriendo afuera. Sin chaqueta, sin zapatos. Sin un pensamiento claro.
Tropezando, se adentra en la oscuridad del otoño, va hacia el garaje, a la caseta del perro.
Y allí, a la luz exterior del garaje,está el oso. Desgarra el cuerpo del perro para llevárselo, pero el animal sin vida está sujeto por la correa. El
oso vuelve su ensangrentada boca hacia Samuel y da un bramido.
Samuel retrocede con paso inestable. Después lo impulsa una fuerza casi sobrenatural y corre como nunca lo ha hecho para volver a la casa
y coger el rifle. El oso no se mueve, pero siente el aliento caliente del animal en lanuca.
Carga el rifle con las manos sudorosas y abre la puerta con cuidado. Tiene que estar tranquilo si quiere acertar a la primera. Si no, todo
sucederá muy rápido. En pocos segundos puede tener encima un oso herido de bala.
Camina sin hacer ruido a través de la oscuridad. Paso a paso. El vello de la nuca se le ha erizado como si fueran agujas.
El oso sigue allí. Se está comiendo lo que quedadel perro. Cuando Samuel le quita el seguro al arma, mira hacia arriba.
Nunca ha temblado tanto en su vida. Tiene que darse prisa. Intenta no moverse pero no puede.
El oso vuelve la cabeza amenazador. Parece que haga gárgaras. Resuella como un fuelle. Después da un poderoso paso hacia delante.
Entonces Samuel dispara. El ruido retumba. El oso cae. Pero se levanta de nuevo rápidamente y...
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