Sada
CRÍTICA por Joaquín R. Fernández
Es frecuente escuchar comentarios de reprobación por parte del público con respecto a las críticas negativas que reciben cierto tipo de películas cuya única pretensión es la de divertir, de igual forma que no son pocos los integrantes de los medios especializados que despotrican contra aquellos espectadores que cometen la osa-día de entrar en unasala de cine para ver un determinado filme. Por increíble que parezca, críticos y consumidores de palomitas se han puesto de acuerdo a la hora de aupar a lo más alto a una de las grandes sorpresas de la taquilla estadounidense de la primavera de 2004: "Chicas malas". Con un exiguo presupuesto de diecisiete mi-llones de dólares, a los que habría que añadir otros veinticinco gas-tados en publicidad,esta cinta de Mark Waters, el responsable de "Ponte en mi lugar", ha ingresado más de ochenta millones sólo en territorio norteamericano, recibiendo además la bendición de la ma-yoría de la prensa (caso del reputado Roger Ebert del Chicago Sun-Times, por ejemplo). Calificada por algunos como cínica y satírica, "Chicas malas" nos cuenta la nueva vida de una adolescente que, tras crecer en África,regresa a la civilización con sus padres y se introduce en una jungla quizás más peligrosa: la de un instituto.
Reconozco que existe cierta crítica social en la cinta, mas, aunque ésta resulta adecuada, no es lo suficiente-mente inteligente como para avivar en nuestro rostro esa irónica sonrisa que únicamente las verdaderas comedias ácidas son capaces de provocarnos. Hemos visto filmes de estetipo una y mil veces, y aunque es de agradecer que no siga los dictados de la estulti-cia establecidos hace ya unos cuan-tos años por los hermanos Farrelly o por la saga de "American pie", el de-sarrollo de esta producción de la Pa-ramount tampoco concita excesivo entusiasmo, siendo la guionista inca-paz de sostener el trepidante ritmo con el que comienza la película. Sí, se nos pretende mostrar unaimagen demoledora de la superficialidad de gran parte de la juventud actual, pero no hay nada nuevo en ello. Al final todo consiste en que el pú-blico se ría ante los típicos gags de tropiezos y caídas que, para disimular, se intercalan entre algún diálogo ingenioso o una situación cómica bien resuelta. Quien pretenda encontrar en este filme una disección de la sociedad moderna en clave de humor,en fin, mejor que siga viendo "Los Simpson" o "Futurama". De hecho, el tramo final de "Chicas malas" rompe con esa supuesta desver-güenza del guión e intenta ganarse las simpatías del espectador con un añadido de emociones que, eso sí, persiguen con ahínco no caer en lo empalagoso (ya saben, para disimular).
Mark Waters y Tina Fey han confeccionado una comedia que desgraciadamente naufraga acausa de los desmesurados esfuer-zos de la guionista por no caer en lo convencional y empeñarse en hacer ver a los demás que este no es un típico producto de Holly-wood, sino algo más, provocando con ello una incómoda carencia de naturalidad en su contenido. Los intérpretes no son nada del otro mundo, siendo la estrella de la función una Lindsay Lohanque, para nuestra desgracia, no tiene a su ladoa una Jamie Lee Curtis que pueda suplir sus deficiencias, tal y como sucedía en "Ponte en mi lugar" (a no ser que algún ignorante considere queRachel McAdams cumple dicho cometido). Respecto a la música de Rolfe Kent, resulta curioso cómo el compositor insiste en intro-ducir ritmos africanos en su partitura, seguramente con la intención de recordarnos una y otra vez la procedencia de laprotagonista.
traduccion
It is common to hear comments from the public disapproval over the negative reviews that receive certain types of films whose only aim is to entertain, the same way as there are many members of the media specialist who rail against those spectators who commit the bear-day into a movie theater to see a particular film. Incredibly, critics and consumers of popcorn have agreed...
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