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He tenido la oportunidad de tener en mis manos un libro de Alice Miller, doctora en filosofía y psicoanalista, llamado “Por tu propio bien. Raíces de la violencia en la educación de los niños” (1980) donde expone de manera bastante “cruda” el origen de mucha de las patologías mentales a raíz de la educación basada en el castigo y la manipulación.

Para mi resulta clave este último concepto. Elde la manipulación.

Una de las características de la manipulación, es que no somos consciente de ella cuando es ejercida sobre nosotros. Y puede ser particularmente duro cuando esa manipulación es desnudada ante nuestros ojos. En muchas formas, es lo que me sucede con la lectura de este libro. Y es algo que Alice Miller tiene muy claro al advertirlo al comienzo de este ensayo.

“Es posibleque, en muchos lectores, el primer capítulo despierte sentimientos de ira y rabia, capaces por otro lado, de producir excelentes efectos terapéuticos”
A pesar de que con el paso de los años y generaciones, la barbarie en la educación de los niños, traducida en castigos físicos, privaciones inaceptables, y humillaciones, incluso en el aula, han disminuido considerablemente, esto ha sido reemplazadopor algo más sofisticado, pero no menos nocivo: La manipulación, o parafraseando a Miller, crueldad espiritual; disfrazada hábilmente con la palabra educación.

Es aquí donde entra en escena el concepto de “Pedagogía Negra”, título homónimo de la obra de Katharina Rutschky, citada ampliamente por A. Miller. Esta idea se apoya fundamentalmente en la manipulación de los niños, aprovechándose deque la tolerancia hacia los padres es prácticamente ilimitada durante la primera infancia. Así, este tipo de abusos, permanecen ocultos y son plenamente justificados en el futuro.

Desde mi punto de vista, gran parte del sustento de la pedagogía negra se apoya la incapacidad de los padres de hacer frente a sus propios impulsos. Pero sus raíces también están en la búsqueda constante de “impedir elmal” o “restringir la aparición de la maldad”

En este libro se recogen una serie de extractos publicados de educadores, médicos y pensadores que hacían especial hincapié en aplastar cualquier leve manifestación de la maldad en los niños. Esta cita, del Dr. Schreber (1858) relata la fórmula para evitar que los llantos y gritos “manipuladores” de los hijos sean eliminados: (siempre siguiendo latesis de que los niños están inclinados hacia el mal)

[...] Y en este caso no debemos limitarnos a reaccionar como al comienzo, esperando, sino que debemos actuar de manera algo más positiva: distrayendo rápidamente su atención, recurriendo a palabras serias o gestos amenazadores, dando golpecitos en la cama (…), o bien, cuando esto no surta efecto, mediante amonestaciones corporales (…)repetidas tenazmente a intervalos breves, hasta que el niño se calme.

Bastará con aplicar este procedimiento una vez, o a lo sumo, dos veces, y seremos amos del niño para siempre [...]
También se coloca mucho énfasis en actuar rápido en la primera infancia, usando técnicas para doblegar al niño, como golpes repetitivos, indiferencia sostenida frente al llanto, o tener actitudes amenazantes. Con estose logra que los niños no puedan recordar que en algún momento tuvieron voluntad. Por extensión, se aplica la regla de que, precisamente por eso, esta manipulación no tendrá ninguna consecuencia grave, y solo se disfrutará de un individuo virtuoso y obediente.

Sin embargo, aquí reside justamente la principal objeción a este actuar que queda impune. Y es que esta violencia si tieneconsecuencias, y no son leves. Gran parte de las neurosis y problemas mentales, tienen rastros de las huellas dejadas en la primera infancia.

Otro ejemplo, tiene que ver con la represión de la sexualidad. Uno de los educadores citados en el libro recomendaba que en lo posible, un hombre debía conocer el cuerpo desnudo de una mujer, viendo un cadáver. De esa forma, se pretendía apagar los deseos impropios...