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Las protestas sociales en las calles de varias ciudades brasileñas continuaron este viernes en medio de un clima futbolero para la final de la Copa Confederaciones, que disputarán el domingo enRío de Janeiro las selecciones de Brasil y España, y se jugará en medio de un fuerte esquema de seguridad.
Médicos, profesores, homosexuales y diversos movimientos sociales volvieron a salir a lascalles, como lo han hecho desde el pasado 10 de junio, cuando se desató una ola de protestas, en un comienzo por el alza del transporte público en Sao Paulo.
Los manifestantes ampliaron luego susprotestas a varias ciudades brasileñas por los altos impuestos, los deficientes servicios públicos y los miles de millones de dólares invertidos en la organización de la actual Copa Confederaciones, la CopaMundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Las movilizaciones continuaron a pesar del sentimiento futbolero que arropa a los brasileños de cara a la esperada final de la "canarinha" ante España,y las autoridades garantizaron la seguridad en el estadio Maracaná, para evitar los actos de violencia que ocurrieron en las cercanías de otros estadios durante el torneo.
El ministro de Deportes,Aldo Rebelo, expresó su confianza de que las protestas convocadas para el domingo en Río de Janeiro y que llegarán a las cercanías del estadio Maracaná "sean pacíficas".
El presidente de la FIFA,Joseph Blatter, también presente en la rueda de prensa, dijo que, a pesar de que el torneo se ha jugado en medio de protestas sociales, "el fútbol ha podido desempeñar su papel positivo" y destacó el"respeto y pasión" de los brasileños por ese deporte.
En Brasilia, la presidenta Dilma Rousseff tuvo una jornada más de reuniones con líderes sociales, como ha sido en su agenda durante la semana, yrecibió este viernes a representantes de movimientos de homosexuales y de organizaciones juveniles.
La reunión ocurrió un día después de la difusión de un informe oficial según el cual las denuncias de...
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