Saer, Juan José
En estos días, en que la ciencia y la tecnología avanzan a un ritmo aceleradísimo con respecto al conocimiento mismo y en donde el tiempo perdió su caráctertrivalente, ya que los verbos sólo se conjugan en presente, el dejarse llevar por la lectura de una novela constituye una tarea apasionante.
La lectura- y mucho más aún- la reflexión sobre la creación deuna obra de arte es una invitación a descubrir, en cada abordaje, una infinita gama de revelaciones acerca del mundo que rodea a dicha obra y a nosotros mismos como lectores.
Juan José Saer, comopoeta-escritor, en su proceso creativo encierra una cosmovisión paradójica entre el lenguaje visual, perceptivo y la escritura. La red inagotable de significados que se desprenden de sus obras, es debidaen su gran parte a la riqueza y densidad connotativa de las expresiones acertadas que utiliza. Como poeta reconocido unánimamente por críticos y académicos pretende que la lectura de sus obras nosea ágil, veloz propias de otras obras y otros novelistas. La carencia de acción, de dinámica temporal hace que su lectura sea un desafío al lector que necesita una aproximación gradual a su obra.Dicha aproximación gradual, evoluciona hacia el despojamiento del contexto real, el espesor reiterativo intenta hacer prevalecer las sensaciones a flor de piel, y la reflexión filosófica invade elenfoque de la realidad captada a cada momento.
A lo largo de sus novelas y relatos, Saer nos supo hacer adictos a un estilo preciso, puntual e inconfundible. Un estilo que tiene que ver con larespiración de la tierra, con los tiempos de la naturaleza, con el ritmo del litoral santafesino. El río, la playa, el calor, las plantas, el fuego de un asado, el cielo de las noches de verano, la parsimonia delos habitantes de la costa y el consolidado grupo de personajes verosímiles que en cada obra surgen a hilvanar historias a una realidad citadina. Variantes combinatorias que registran espacios...
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