sagrado
“Las cuatro estaciones de Manuela” es un libro de Victor Von Hagen, que recorre, justamente, las cuatro estaciones de “La Sáenz”, y las peripecias ocurridas durante su romance con el Libertador. Repasando los más significativos momentosde la Revolución libertadora de América Latina, nos adentramos en el mundo de personajes tan míticos como los que fueron nuestros propios fundadores.
Una obra que acabo de leer, y que recomiendo enteramente. El autor es antropólogo y etnólogo, y se destacó también en trabajos como “El mundo de los Mayas“, o “El imperio de los Incas“. Pero, en lo personal, creo que ha desnudado, con éste libro,la verdad de una mujer que hizo historia. Siendo que suelen dejarse pasar las obras de grandes mujeres, por ésta cosa de que “la historia la cuentan los vencedores y los machistas”.
Manuela Sáenz fue mucho, Manuela fue “la Libertadora del Libertador”.
LOS AMORES DE SIMON BOLIVAR
¿Qué son los amores de Bolívar?
Los amores de nuestro libertador son conocidos como un collar enel cual tenia muchas joyas preciosas en las que figuraban muchas de las damas de alta clase de la época de la independencia no solo en Venezuela si no también Europa otros también pocos conocidos y casi nunca nombradas. Cuando hablamos de Simón Bolívar solo pensamos en Manuelita Sanz la mujer que lo amo incondicionalmente, una mujer como ninguna otra que también formo parte de la rebelión y lalibertad de Venezuela. Bolívar amo a muchas de las mujeres que pasaron por su vida a unas mas que a otras pero siempre se aprecia su pasión.
es esa
Caracas, febrero 14 - Como una contribución para mirar a Simón Bolívar desde uno de sus ángulos humanos menos divulgados, reproducimos el memorable artículo del desaparecido profesor y periodista Jesús Rosas Marcano (1930-2001) en torno a lasamantes de Bolívar, y otro artículo de Jorge Mier Hoffman en torno a Fanny du Villars, otro gran amor de El Libertador y a quien en definitiva dedicó su último pensamiento amoroso y su última carta, un día antes de morir.
LAS AMANTES DE BOLÍVAR
"El collar amoroso de Bolívar tuvo cuentas, perlas, un par de zafiros, una esmeralda y una diadema de brillantes. En Santa Marta, ese collar como undelta al revés regresaba hilitos diáfanos, invisibles, de una fuente exhausta, legítima y única, su corazón vencido.
La Güera Rodríguez, Teresita Toro, Pepita Machado.
Su primera cuenta fue la "Güera" Rodríguez, su amor veracruzano, descendiente del Virrey Asanza. María Ignacia Rodríguez es la travesura de sus dieciséis años cuando iba rumbo a España, tres semanas.
Su diadema debrillantes es Teresita Toro y Alaysa, emparentada con los marqueses del Toro y de Inicio y con el conde de Rebolledo. Boda en Madrid el 13 de abril de 1802.
Marina, amiguita de Alejandro Manzoni, (autor de la novela Los Novios), es la cuenta milanesa del collar. Manzoni dice que Bolívar, tirado en un canapé, en su primer delirio (el otro es el del Chimborazo), exclamaba: ¡Esa mujer hadecidido mi suerte!
Una de las perlas es Fanny de Villars, casada con Dervieux de Villars, cortejada por el príncipe Eugenio. Francesa, veinteochena, charlante. Ella es el elíxir de su vida y quien hace llevadera su viudez en París. Nostálgico, Bolívar la llama Teresa.
Uno de los zafiros es Josefina Machado, la "Señora Pepa", una de las doce doncellas que lo coronó en la iglesia de San...
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