saint seiya
UNA PROSTITUTA
ARGENTINA
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Minoliti, Claudia
Diario de una prostituta argentina / Claudia Minoliti. – 1a ed. – Bogotá:
Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2004.
204 p.
ISBN: 958-683-680-0
1. CLAUDIA MINOLITI 2. PROSTITUCIÓN – RELATOS PERSONALES 3. PROSTITUCIÓN - ASPECTOS SOCIALES - ALEMANIA 4.
MUJERES – CUESTIONES SOCIALES YMORALES - ALEMANIA 5.
DIARIOS ÍNTIMOS I. Pontificia Universidad Javeriana. Editorial Pontificia
Universidad Javeriana.
CDD 306.74 ed. 20
Catalogación en la publicación - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca
General
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DIARIO DE
UNA PROSTITUTA
ARGENTINA
Claudia Minoliti
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Instituto de Estudios Socialesy Culturales
Pontificia Universidad Javeriana
Reservados todos los derechos
© Claudia Minoliti, 2004
Pontificia Universidad Javeriana - Instituto Pensar, 2004
Editorial Pontificia Universidad Javeriana
Transversal 4 N° 42 - 00 Primer piso
Edificio Rafael Arboleda, S.J.
Bogotá D.C.
Dirección
Selma Marken Farley
Editorial Pontificia Universidad Javeriana
Coordinación editorialAlfredo Duplat Ayala
Corrección de estilo
Santiago Gutiérrez Villar
Coordinación autoedición
Miguel Fernando Serna Jurado
Autoedición
Lisbet Riveros Vanegas
Mauricio Castro Navarrete
Fotomecánica e impresión
Javegraf
Primera edición junio de 2004
Número de ejemplares 500
ISBN: 958-683-680-0
Impreso en Bogotá
Diseño de portada
Alexánder Cano
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aJudith, mi compañera de agisra
a nuestras latinas
a Günter
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Y mientras recuperaba y anotaba, sentía que esa actividad – la escritura– era un vehículo a través del cual podría
comenzar a explicarse algunas de las cosas que todavía le
faltaba entender de esta larga etapa de su vida
Antonio Dal Masetto, La tierra incomparable
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De vez en cuando me asalta una sensación extraña: me siento doble, desdoblada, espectadora y protagonista. Como si estuviera afuera, sentada en la platea, me veo parte de esta escenografía, con los
movimientos marcados, dos o tres líneas de texto por decir, un vestuario
acorde. Y no puedo creerlo.
Los clientes quizá también se sorprendan al encontrarse con una mujersemidesnuda, recostada sobre una cama doble o cruzada de piernas sobre un taburete, leyendo. La aparente contradicción tal vez provoque
algún comentario más o menos punzante, aunque tampoco es que entienda lo que dicen. Los anteojos circulares, de finos marcos de carey,
elegantes, caros (tengo astigmatismo) parecen darme un aire intelectual
según afirman algunos de mis clientes en un castellanoprimitivo. Mis
compañeras prefieren mirar la tele, escuchar música o charlar bobadas,
en las pausas, en ocasiones largas, entre cliente y cliente. A mí me aburren las conversaciones sin fin sobre cuánto hiciste hoy, lo duro que está
el trabajo desde que empezaron los controles policiales, los hijos en Colombia o en la República Dominicana. Y como hay tan poco contacto
con el mundo exterior, disponemosde muy poca variedad temática. De
ahí los libros... Los compro en Hugendubel, cerca del Kaufhof de
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Claudia Minoliti
Hauptwache y los leo casi sin abrirlos para poder cambiarlos, ahorrando
así el costo del nuevo ejemplar. Cada tanto me quedo con alguno si me
gusta mucho o quiero regalárselo a alguna de las chicas que festeja su
cumpleaños ydemuestra algún interés por la lectura. De esa manera
procuro evitar que en la librería se den cuenta de que utilizo la sección
de libros en español como una biblioteca circulante. He intentado aplicar el mismo método en una librería que queda cerca de aquí, sobre
Kaiserstrasse, pero no funciona porque hay solamente una vendedora
que asume el antiguo rol del librero: conversa con los clientes...
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