Salsa... y Punto

La década de los 70 es tristemente reconocida como el decenio gris de la cultura cubana. En esos años, la intolerancia y la rigidez ideológica impusieron una brutal represión intelectual quedeterminó la llegada de tiempos absurdos, en la vida cultural del país. Fidel, en su afán por preservar a su pueblo del “deterioro ideológico”, llenó las librerías de autores rusos, polacos y de otraslatitudes del realismo socialista; y en un intento desesperado por latinoamericanizar la isla, decidió inundarla de quenas, charangos y canciones de Victor Jara. Mientras tanto, a unas cuantas millas, en NewYork , el son daba sus primeros balbuceos en inglés; dejó de contar historias de Baracoa, Santiago y la Habana, para hablarnos del Bronx, Queens y el Spanish Harlem. Se encontró con un viejo conocido:el jazz, y junto a la bomba, el rock, la plena y el soul, le dio vida al primer fenómeno musical de expresión caribeña y magnitud universal: La Salsa. Pero la influencia más importante que tuvo elson, no fue musical, fue social y cultural. La Salsa surge como una manifestación de la vida en el barrio latino neoyorkino; nace rodeada de ciudadanos de tercera, en un contexto de miseria y violenciaque se expresa en el sonido impetuoso y agrio de sus metales, y en la proverbial guapería de sus letras (Juanito Alimaña con mucha maña, llega al mostrador, saca su cuchillo sin preocupación… dice quele entreguen la registradora, saca los billetes, saca un pistolón… / “Juanito Alimaña” - Héctor Lavoe y Willie Colón) Existen tres discos, fundamentales, para entender este proceso evolutivo de lamúsica caribeña: “La Perfecta” (Eddie Palmieri – 1961), “Charanga Moderna” (Ray Barreto – 1962) y “Se soltó/On The Loose” (Richie Ray – 1966). Estas producciones revelan una primera aproximación a laSalsa. Se desmarcan del concepto y la sonoridad de las Jazz-Band (Mario Bauzá, Tito Puente), otorgándole al trombón un protagonismo inédito y dejando a un lado los arreglos ostentosos, para darle...