Salud ocupacional

Hoy más que nunca se debe tomar conciencia de la necesidad que tenemos de prepararnos en caso de que ocurra un desastre. Sí, se trata de una necesidad imperiosa que, no solo se fundamenta en elresultado que arrojan los estudios que se realizan y que demuestran que estamos situados geográficamente en una zona vulnerable a un terremoto, una inundación o cualquier otros tipo de desastre, sino enlas trágicas experiencias que han enlutado nuestro país y al poco conocimiento que se tiene frente a estas catástrofes.

Es claro, y no por eso menos importante resaltarlo, que el hombre poco puedehacer ante la fuerza implacable de la naturaleza. Y en éste punto, se hace especial este tema, e irónico al mismo tiempo, pues el hombre sí ha influido en el perfecto diseño de nuestro ecosistema y seha encargado de malgastarlo, lastimarlo y afectarlo a tal grado que nuestro hogar, el planeta tierra, se encuentra enfermo y desvalido.

Colombia no es la excepción, con una extensión terrestre de1’141.748 Km2, padece igual que el resto del mundo del resultado de la malversación de recursos económicos, la tala indiscriminada de árboles, la siembra de cultivos ilícitos, el uso inadecuado de losrecursos hídricos, la construcción inadecuada de viviendas, entre otros, que poco a poco han afectado el desarrollo propio de un país de riqueza silvestre e hídricas magníficas.

Es claro que, ante undesastre, los factores antes mencionados desnudan las falencias que se tienen frente a una posible respuesta rápida en el caso de ser afectados por un desastre “natural”. Analicemos, por ejemplo, uncaso común por estos días, y que no necesariamente es de grandes proporciones, pero afecta a la propia Capital: las inundaciones, producto de las lluvias constantes en este mes de abril.

Lasimágenes vistas a continuación permiten dar una mirada panorámica de la situación:

¿Por qué cuando hablamos de estos problemas o de los desastres naturales, propiamente dichos, decimos que un factor...