Salud ocupacional
07/X/20
LA SINGULARIDAD DEL SER HUMANO COMO ANIMAL BIO-CULTURAL.
Carlos Beorlegui 1. El ser humano en permanente redefinición. Los seres humanos somos la única especie animal autoconsciente de sí misma y, por ello, capaz de preguntarse y cuestionar su propia realidad. Y lo ha hecho siempre, de una manera más o menos consciente, más o menos profunda, desde elprimer momento de su existencia como especie 1. Desde este punto de vista, podríamos definirnos como un animal inquiriente o animal preguntón 2. Este rasgo no es una característica ociosa, accidental, de la que el ser humano pueda prescindir, sino algo que corresponde a su propia esencia y condición: necesita saber de sí y tener una idea de sí mismo para orientar su propia realización, en la medidaen que, por poseer una naturaleza abierta, su realización depende de sus propias decisiones, entre ellas acertar en el empeño de alcanzar con éxito la meta ideal que sobre sí se ha construido. Se da, por tanto, en la estructura esencial del ser humano una estrecha relación entre autoconocimiento y autorrealización. Basta echar una mirada a la historia humana para percatarse de la interminablesecuencia de modelos antropológicos que se han ido proponiendo y sucediéndose regularmente como consecuencia de los cambios de mentalidad producidos por todo tipo de crisis culturales o cosmovisionales, deudores todos ellos de la inevitable evolución de los saberes científicos acerca de la realidad y del propio ser humano. Si estos avatares se han producido siempre de forma intermitente 3, apareciendoen esa historia la radical problematicidad del ser humano, es en la actualidad cuando parece haberse percatado de un modo más profundo de su radical e inevitable problematicidad 4 . Efectivamente, el hombre actual se halla en un momento de seria transformación y de crisis de su propia identidad, de reacomodo de muchos de los rasgos que definían su ser hace algo más de un siglo y medio. Con laaparición del paradigma evolutivo, y más en concreto con las propuestas de Ch. Darwin sobre la selección natural, el modelo antropológico que había predominado en Occidente comenzó a tambalearse, pasando de entenderse como alguien creado directamente por las manos de Dios, a experimentarse como una especie más del ámbito de la biosfera, aparecida al igual que las otras como fruto de un similar procesoevolutivo, en el que se conjugan las leyes de la genética con la selección ambiental, según nos indica la teoría sintética de la evolución 5. Parecería, pues, que estas aportaciones científicas exigirían defender sin paliativos las tesis del naturalismo filosófico o materialismo fisicalista y reduccionista sobre el ser humano y sobre el conjunto de la realidad.
Cfr. LANDMANN, M., Antropologíafilosófica. Autointerpretación del hombre en la historia y en el presente, México, UTEHA, 1961. 2 Cfr. BEORLEGUI, C., Antropología filosófica. Nosotros: urdimbre solidaria y responsable, Bilbao, Universidad de Deusto, 1999, 2004 (2ª ed.), 35-37. 3 Cfr. BUBER, M., ¿Qué es el hombre?, México, FCE, 1976 (9ª ed.). 4 Cfr. GARCÍA BACCA, J. D., Antropología filosófica contemporánea, Caracas, UCV, 1947,cap. 2º, “El hombre como tema y como problema” (nueva edición: Barcelona, Anthropos, 1982. 5 Cfr. DOBZHANSKKY, Th., Genetics and the Origin of Species, Columbia University Press, 1937; E. Mayr y W. Provine, The Evolutionary Synthesis, Harvard University Press, 1980; G. Simpson, The major features of evolution, Columbia University Press, 1953.
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Posteriores e importantes descubrimientos endiferentes esferas científicas han seguido minando la cosmovisión religiosa antropocéntrica en la que estábamos aposentados, confirmándonos más fuertemente en este radical cambio de perspectiva y abocándonos a replantearnos la pregunta por nuestra identidad y nuestro puesto en el conjunto del universo. Nos hallamos en la actualidad en una auténtica edad de oro de disciplinas científicas como la...
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