Salud Publica Y Administracion Sanitaria Y Viii Jornadas De La Escuela Andaluza De Salud Publica
No basta con entender el mundo: hay que gestionarlo. No basta con entender los
determinantes sociales y biológicos de la salud y la enfermedad: hay que transformar
esos conocimientos en acciones que mejoren la salud de los ciudadanos y de la
sociedad. Y ello requiere, primero, curiosidad, esto es actitud científica para hacerse
preguntas, y segundo, suficientesentido profesional y social (más allá de la mera
conveniencia) para ser consecuente con las respuestas no siempre cómodas o de
moda.
Puede ser incómodo decir que es necesario reducir el gasto en prestaciones sanitarias
de efectividad no comprobada cuando una parte importante de usuarios y médicos las
reclaman, como médicos y usuarios reclamaron la utilización de sangrías y no de
vacunas.1
Puede no estar de moda insistir en la frase, algo retórica pero acertada, de Virchow
"La Medicina es una ciencia social y la política no es más que una medicina en
grande" recogiendo una idea que tiene sus antecedentes en el s. XVIII y que Rosen
denomina "la concepción de 1848"
2
. Si esta concepción ha existido durante 145 años,
el argumento delta t predice
3
(p=0.95) que durarátodavía más de 3'7 años y menos de
5.655 años.
Hoy, con Maastricht o sin él, la liga internacional de competitividad (capacidad de
producir y vender tanto en mercados propios como ajenos) está cada vez más reñida y
la salud y el sector sanitario afectan a, y son afectados por, esa competición. Hay que
racionalizar el gasto público, ganar en seriedad presupuestaria y tirar el agua suciade
inefectividad y despilfarro, pero manteniendo el niño -tierno en España- del Estado
del Bienestar. Esto supone mejorar la gestión, como actitud y como práctica, en salud
pública y superar algunas limitaciones.
La mayor limitación a la eficiencia del sistema sanitario público en España (99% de
cobertura, 67% de producción pública y 78% de financiación pública) proviene de
unaregulación inadecuada a la naturaleza de los servicios a prestar. Este hecho, que 2
también afecta a otros sectores, hace que la reforma de la Administración Pública
constituya la principal reconversión pendiente en nuestro país. No basta con saber
qué se quiere evitar, hay que conocer en cada ámbito donde se quiere ir, y cómo -a lo
que contribuyen los trabajos de este Congreso- ya que el problemano estriba tanto en
lo que se gasta en sanidad cómo en lo que se obtiene en términos de salud, bienestar y
cohesión social.
Salud pública, clínica y gestión.
En cuanto a la mejora de la gestión -como actitud y como práctica- en salud pública
conviene recordar dos obviedades. Primera, que la actuación idónea sobre un
problema de salud resulta de combinar acciones preventivas ycurativas, sanitarias y
no sanitarias, y que, respecto a bastantes problemas de salud las actuaciones distan
bastante del óptimo. Segunda, que las prácticas clínicas constituyen el sistema
nervioso central del sistema sanitario, que la mayor parte de los recursos son
asignados por el médico y que no hay eficiencia sin efectividad. Estas dos
constataciones motivan sendas jornadas, lascentrales, de este Congreso.
Gestionar la salud pública consiste en coordinar y motivar las personas para
conseguir una población sana, satisfecha, autónoma y solidaria. Gestionar la salud
pública incluye también la gestión de los servicios sanitarios. Todos, poco o mucho,
tenemos alguna responsabilidad gestora: en el sistema, en centros o programas, o -
como mínimo- en la gestión de nuestraactuación profesional.
Bastantes de las comunicaciones que siguen recogen transformaciones, posibles o
reales, sobre un frente clave y reducido que podrían extenderse a todo el sistema por
un mecanismo de innovación-difusión convenientemente propiciado.
Transformaciones en Clínica que pasan por tener conciencia de las variaciones no
explicadas en tasas de admisión, quirúrgicas, o...
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