Saludo Pascual
Queridos Hermanos:
¡La alegría de Cristo Resucitado llegue a cada uno de nosotros!
El día de ayer, Jueves Santo, recordábamos a Jesús en plena acciónlavando los pies de sus discípulos. El evangelio de San Juan nos cuenta que “Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: ¿Comprendéis lo que he hecho convosotros?” (Jn. 13, 12).
Esa pregunta atraviesa, no solamente la Semana Santa sino todo el Misterio de la Encarnación y Redención. Jesucristo no quiere que sus gestos pasen inadvertidos. Lejos detratarse de simples actos de humildad y fraternidad, encierran en si mismo un mensaje revelador, “ Jesucristo, con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y,sobre todo, con su muerte y resurrección ..., completa la revelación..” (DV. 4). La revelación de Jesucristo sigue siendo nueva, el contenido del evangelio nos pone a contraluz de los valores delmundo. Quienes pretendan prolongar la Misión del Señor, en continuidad con su doctrina y sus ejemplos descartaran “el poder y la ambición” para hacer prevalecer el mandamiento del amor.
Hace tiempocompartía con ustedes que la Congregación está atravesando por tiempos de cambios. Los llamados de la última Asamblea General a todas las Provincias y a cada uno de sus miembros a encarnar la “FidelidadCreativa” se orientan a marcarnos la necesidad de emprender la tarea de la Nueva Evangelización que bien han sido descriptos en el documento de Santo Domingo: “¿Cómo debe ser esta Nueva Evangelización?El Papa nos ha respondido: Nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión” (28).
Me atrevo a afirmar que la designación de un Pontífice Latinoamericano brindará un nuevo impulso a lasmanifestaciones Magisteriales de nuestro continente. Las palabras y gestos son una invitación a “volver a lo esencial”. Estamos hermanos ante un nuevo tiempo de la Congregación, de la Iglesia y del mundo...
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