Salvador Paniker
FRANCISCO UMBRAL 23/04/1984
La cabeza de hindú cínico (cosa que no suelen ser los hindúes), las manos de hindú retórico (cosa que tampoco suelen ser los hindúes), siempre entre Einstein e indio de las castas altas, vestido de dandy inglés por los mejores sastres de Barcelona. Me lo traigo a mi dacha y en seguida le dice a Concha Haro, nacida Barral: "Oye, chica, tú tienesmuy buenas vibraciones".
Nos conocimos cuando hizo Conversaciones en Madrid. Por entonces cenamos y le escribí una crónica. Muchos años más tarde me publicó mi mejor libro, generosamente. Es el pensador español/catalán/hindú que más ha contribuido, con sus libros y con su editorial, a fusionar las culturas de Oriente/Occidente.-
Me gusta mucho esa barra que estás poniendo, Umbral, esa barratipográfica, porque con ella sueles aunar conceptos contrapuestos, como en el ying y el yang, y yo creo en eso, en la unión de contrarios, ya lo sabes, como superación de la dualidad de dos o tres siglos, que nos han desgarrado.
Estaba en el Palace y yo hablaba con Nicolás del Hierro, poeta/ empleado que me da su último libro. Salvador quiere relanzar el mío: "Se vendió mucho más en Barcelonaque en Madrid". "Es que uno, Salvador, siempre ha creído más en la luna de Barcelona". De la dacha, le gusta mi Virgen románica y preñada, que tengo entre Chillidas y Roldanes, y que es un test: el que pasa de largo por la Virgen, malo: no está en la estética o, lo que es más grave, no está en mi estética.
Hasta, ahora, en varios años, quienes más se han extasiado (en éxtasis laico) con laVirgen gestante han sido Emina Cohen -milagro de sensibilidad- y Salvador Pániker. Me costó un millón, la tía, pero es un millón que enseña a conocer al personal.
Después de comer, Pániker se echa la siesta. Mando que le preparen una alcoba.
Al cabo de una hora, lo recibo dispuesto a la entrevista:
-Tu próximo libro.
-Primer testamento.
-¿Y eso qué es?
-Una reflexión sobre mí mismohecha a partir de un dietario de adolescencia.
-¿A qué edad te paras?
-A los veinticinco.
-Quiere decirse que puedes seguir hasta el infinito.
Sí.
-¿A la busca del tiempo perdido?
-Todo lo contrario. Lo último que se sabe del cerebro es que toda la memoria lo ocupa, que todo él es memoria. Pero la memoria reconstruye desde ahora, y según el ahora, los datos almacenados. A mí meinteresa el yo actual. No el de entonces.
-El noventa por ciento de la cultura y el arte se nutren del pasado. ¿Estás negando el pasado?
-El pasado no existe. Ya te digo que la memoria hace su versión actual de los recuerdos.
-Nietzsche aconsejaba partir del cuerpo para filosofar. ¿Tú has decidido partir del yo?
-Partir de mí, evidentemente, y quizá para librarme de mí.
-Plá hizoalgo parecido en su Cuaderno gris de adolescencia, que al fin se publica, en los setenta, muy reescrito por el hombre maduro. ¿De qué quieres librarte con ese libro?
-Del yo, que, según Freud, es un manojo de defensas. Yo quiero estar indefenso ante el mundo, ser un poco tú, un poco esta alfombra, un poco ese árbol.
-Orientalismo. ¿Disolución del yo en el cosmos?
-Occidentalismo. Entrega delyo al cosmos y, por lo tanto, apropiación del cosmos por el yo. Se trata, en fin, de suprimir la dualidad, el temor al cuerpo y sus enfermedades, como si mi cuerpo no fuera yo. El temor al entorno, como si el entorno no fuera mío.
-¿Y eso cura la angustia?
-Bastante.
-¿Lo has aplicado a la vida?
-Sí.
Resultado. Que vivo más a gusto, que no puedo vivir sin mujeres, que comprendomejor las
cosas.
-Tu mujer, o ex, Nuria Pompeia, me decía una vez: "Es que Salvador un día se levanta filósofo, otro día se levanta editor otro día se levanta ingeniero..."
¿Aceptas esto?
Yo es que soy un frívolo sea que esto es un juego.
-Sí, la filosofía es un juego.
-¿Y cómo se explica el mundo mediante el juego?
-Odio los orientalismos de gente bien. Y las transmigraciones...
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