San Agustin De Hipona
La filosofía y contexto de Agustín de Hipona
Introducción. El contexto histórico, sociocultural y filosófico de Agustín de Hipona (354 a 430)
1. La Filosofía de San Agustín:
A. El cristianismo y la filosofía
B. La filosofía de Agustín: La razón y la fe
C. El conocimiento
D. Antropología y psicología
E. Dios
F. Ética y política
La filosofía de Agustín: Larazón y la fe
No hay una distinción clara entre razón y fe en la obra de San Agustín, lo que marcará el discurrir de todo su pensamiento. Existe una sola verdad, la revelada por la religión, y la razón puede contribuir a conocerla mejor. "Cree para comprender", nos dice, en una clara expresión de predominio de la fe; sin la creencia en los dogmas de la fe no podremos llegar a comprender laverdad, Dios y todo lo creado por Dios (la sabiduría de los antiguos no sería para él más que ignorancia); "comprende para creer", en clara alusión al papel subsidiario, pero necesario, de la razón como instrumento de aclaración de la fe: la fe puede y debe apoyarse en el discurso racional ya que, correctamente utilizado, no puede estar en desacuerdo con la fe, afianzando el valor de ésta. Estavinculación profunda entre la razón y la fe será una característica de la filosofía cristiana posterior hasta la nueva interpretación de la relación entre ambas aportada por santo Tomás de Aquino, y supone una clara dependencia de la filosofía respecto a la teología.
Las dos ciudades
"Dos amores fudaron dos ciudades. El amor propio hasta el desrecio de Dios fundó la ciudad eterna. Y el amor de Dioshasta el desprecio de sí mismo fundó la ciudad celestial. La primera se gloría en sí misma y la segunda en Dios. Porque aquel que busca la gloria de los hombres y ésta tiene por máxima gloria a Dios, testigo de la conciencia" Agustín, La ciudad de Dios
Esta concpeción histórico-política que lo lleva a considerar que el amor permite dividir a la humanidad en dos ciudades solo puede comprenderse a laluz de sus antecedentes teóricos y, naturalmente, el contexto histórico en el cual se inserta.
En efecto, el Imperio Romano, había buscado una justificación idelógica en la filosofía estoica - la cual había demostrado una importante flexibilidad y adaptación al respecto - y probablemente en la visión jearáquica de la concepción del mundo de los neoplatónicos. La religión oficial y también loscultos orientales se ocuparon de divinizar el orden establecido. Mas aún, con Virgilio, se liga la fundación de Roma a los mismos dioses (vermitologiagrecorromana). La oposición surge con el epicureísmo y el cinismo que predican el absentismo político y se posicionan en críticos de la religión oficial. El monoteísmo y el particularismo nacionalista de los judíos (el "pueblo elegido") también vatransformándose en un area de conflicto. Hay quienes observan además que el cristianismo poseía una fuerte carga revolucionaria al oponer el pueblo de Dios al Reino del César y en el libro delApocalipsis la Jesursalén celestial se contrapone a la Babilonia, que no es sino una alegoría de la misma Roma. El Imperio representaba el idea de u n mundo cerrado en el que la divinidad formaba parte de unacomunidad política. La concepción cristiana, obstinadamente, proclamaba la trascedencia de Dios, alterando el tranquilizador universo (como afirma Touchard) que estaba cerrado sobre sí mismo.
En este contexto, debe comprenderse que el tema de "las dos ciudades" hacía pues a la escencia del cristianismo. No resulta extraño pues que Tertuliano, quien defendió elmilenarismo considerara a las dosciudades como antagónicas. Orígenes dirá que los cristianos tienen dos patrias (del mismo modo que poseen cuerpo y alma) y que existiría una complementariedad entre ambas, de esta forma, la ciudad terrena prepara para los caminos de la ciudad de dios.
A partir del Edicto de Milán, en el 313, la oposición de las dos ciudades se atenúa: Eusebio de Cesarea que apoya a Constatino dirá que el emperador...
Regístrate para leer el documento completo.