san benito y el ordo romano
SAN BENITO Y EL ORDO ROMANO
Héctor Herrera Cajas
San Benito, su Regla, su Orden, han contribuido a la formación de la
cristiandad en Occidente de una manera muchísimo más profunda de lo
que puede entenderse en una lectura de una buena historia de la
Iglesia, de las cuales hay muchas que dedican capítulos enteros a la
obra de San Benito (c. 480-547) y los benedictinos, pero en ningunade
ellas se señala su peculiaridad frente a la situación de desorden -en este
caso usando las palabras con su sentido más propio des-orden: la
pérdida del ordo-, que significó el fin del Mundo Antiguo. En efecto, la
decadencia del mundo romano, las invasiones bárbaras, el
establecimiento de los reinos germano-romanos -todo el periodo que
abarca los siglos IV al VI en Europa-, es en granparte un mundo en el
cual la confusión, la guerra, el bandidaje, la miseria, el desorden, se
apoderan de Occidente después de siglos en que lo que había
caracterizado a ese mundo era el ordo romano. Intentaré, pues, señalar
como, frente a la pérdida de este orden que encarnó el Imperio -un
orden que evidentemente tiene connotaciones propias, características, y
que se funda sobre coordenadas muydistintas a las del ordo
benedictino-, se estableció este otro y nuevo orden, necesario para que
aquel mundo pudiese subsistir y no quedara condenado al fracaso.
Desaparecido el Imperio Romano en Occidente, el relevo histórico vino
de la mano de pueblos que necesitaban todavía generaciones para
acostumbrarse a un nuevo estilo de vida, pasando lentamente del
nomadismo al sedentarismo -loque, en algunos casos, puede producir
situaciones traumáticas en un pueblo-. Estos pueblos, los germanos, se
organizaban en función de la guerra y es por ello que tal vez la palabra
que mejor describe este mundo germánico sea comitatus, la hueste
militar; portadores de un ethos heroico, esencialmente guerrero, y con
un sentido de la guerra que se corresponde claramente con su
etimología, y quehace que se pierda por siglos el bellum latino
-recuperándolo nosotros solamente al nivel de palabra culta, v. gr.
"actividades bélicas"- que desaparece porque el bellum era ordo,
expresión del orden: el ejército ordenado, el campamento, una
organización ejemplar, tanto así que a partir de ese campamento es que
surgen después tantas ciudades en Europa, en las que el trazado de éste
persisteen su estructura urbana. Nosotros, en cambio, usamos la
palabra guerra -(ing.) war, (it.) guerra-, palabra germánica cuya raíz mas
próxima es el verbo wirren que significa "enredar", es decir, en oposición
al bellum, a la legión que avanza y que conquista territorios que va
incorporando a un ordo, sea la República o el Imperio, designa al
enfrentamiento desordenado, en el cual habrácaudillos, príncipes, que
quieren lucirse por su propia cuenta y donde, además, no existe -en esta
etapa primitiva- la voluntad de incorporar al vencido en un orden
superior y universal; es volver un poco a los tiempos homéricos y al
ethos del héroe, que se pone a prueba en el combate singular. Sin
embargo, lo que se necesita para construir una gran civilización es
restaurar el orden, y parecieseque en esa tarea el papel que
corresponde a los benedictinos es fundamental.
Al leer la Regla de San Benito bajo esa tonalidad, es posible hacer
de ella una nueva lectura, descubriéndose las palabras que resuenan a
partir del mundo de los orígenes de Roma, el mundo de la República o
aquel posterior al Imperio. Aparece entonces, desde luego, el termino
ordo, -sin olvidar que ordo en su origenes una palabra del vocabulario
militar puesto que primero aparece referida a la fila que se forma en el
ejército: el que está en ella sabe exactamente qué es lo que tiene que
hacer en el momento preciso, y cómo la más mínima señal dada por el
magister militum es suficiente para que estos hombres, sometidos a una
exigente disciplina, sepan inmediatamente que es lo que hay que
hacer-;...
Regístrate para leer el documento completo.